Proyecto turístico estaría atentando contra las islas Galápagos
Vándalos eran personas incivilizadas de un pueblo de origen germánico oriental que quedaron en la historia como símbolo del salvajismo de la época, porque destruían toda propiedad pública o privada. Sin embargo, en pleno siglo XXI, habitantes de San Cristóbal están pidiéndole al Ministro de Turismo que mejore su trabajo expulsando a vándalos criollos que intentan invadir un espacio protegido en las Islas Encantadas. Ellos manifiestan que en el 2015 el Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos ya negó un “proyecto turístico” con el que buscaban construir un hotel con 35 habitaciones y 51 plazas, así como cabañas, villas, centro de convenciones, piscina, gimnasios y spa. Los quejosos dicen haber apelado también al presidente Lasso para que frene a quienes insisten con tomarse una zona protegida de Punta Carola, que es donde anidan y se reproducen varias especies. Sindican de “perversidad ambiental” las ambiciones de cierta empresa, por lo que culpan al alcalde Henry Cobos de haber facilitado maquinaria pesada para abrir la vía de enlace con el área donde piensan levantar el complejo. Con todo lo que ocurre en las islas parecería que aún no se evapora la nube tóxica socialista del anterior gobierno, pues andamos a ciegas en turismo, llenos de cifras falsas, premios dudosos, y cada día agrandan más el número de visitantes. En vez de permitir que las Galápagos se conviertan en selva de cemento, quitándole espacio a seres inofensivos que nacieron y crecieron allí, mejor vamos protegiendo la biodiversidad, fomentando un ecosistema sostenible.
José Emilio Ruiz Ortiz