Recordando a los periodistas ecuatorianos
En el Ecuador de la Corona española existió un indio “insolente”, quien no se limitó a ser un indio simple, sino que cometió la desfachatez de instruirse y de ir más allá de los preconceptos religiosos y políticos.
Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo nació en 1747, su nombre parece español, pero no, Eugenio Espejo fue indio médico y escritor, quien puso a temblar al gobierno con sus polémicas ideas de la viruela y libertad.
El 5 de enero de 1792 circuló por primera vez Primicias de la Cultura de Quito, periódico de autoría de Espejo, y gracias a este hecho, hoy la nación honra esta fecha con la distinción de El Día del Periodista Ecuatoriano.
La materia prima del periodismo es la palabra, los relatos, la gente, por eso es una profesión delicada, peligrosa y no siempre bien remunerada.
El auge de las redes sociales confunde y hace pensar que cualquiera puede ser periodista, reduciendo el periodismo a grabar con el celular y exponer el contenido en el internet. Sin embargo, el ser periodista va mucho más allá. El periodismo exige investigación, buena redacción, excelente ortografía, valentía y sobre todo empatía porque debemos transmitir las emociones de la gente. No me imagino un periodista escribiendo una crónica sin antes haberse internado en el lugar, compartido con la comunidad y no haber hecho propias las injusticias que viven los ciudadanos.
El mundo nos ha dado grandes periodistas que luego se convirtieron en escritores como Oriana Fallaci, Gabriel García Márquez, César Burgos, entre otros. Y también nos dio a Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, periodistas que fallecieron ejerciendo esta apasionante labor.
Celebré este día escribiendo; la escritura nunca será ajena al periodismo. Los periódicos pueden sufrir cambios pero jamás serán reemplazados. Salud por el periodismo ecuatoriano.
Wendy Zambrano León