“Si no riqueza, anhelamos paz”

Ojalá el nuevo año nos traiga, si no riqueza, por lo menos tranquilidad.

La tranquilidad a la que estamos acostumbrados en esta época navideña no es la misma que teníamos tiempos atrás y como causa principal podríamos decir que los problemas causados en el mes de octubre, sea protesta indígena o la política arbitraria que venimos arrastrando desde el gobierno anterior que tanto daño nos siguen haciendo, han logrado en algo romper el equilibrio de un país tranquilo y solidario, algo nunca antes visto. 

También han logrado en alguna manera hacer de los guayaquileños personas desconfiadas que no creemos ya en nada debido a la tolerancia de un gobierno que no tiene la fuerza ni el deseo de preservar la paz en el país, aún sometido en parte a las ideas anteriores, no deseando además convertirnos en ciudadanos conformistas que en nada ayudan al progreso y avizoran un futuro promisorio en general. 

Tenemos el ejemplo de otros países sudamericanos que fueron atacados por la corrupción de compañías extranjeras y locales que obtenían contratos y prebendas a base de coimas a mandatarios y ayudantes. Y aquí estamos sin lograr obtener por vía legal la restitución de lo robado por algunos que corrieron al exterior y otros que continúan colaborando con este gobierno a vista y paciencia del pueblo y autoridades. Ojalá el nuevo año nos traiga, si no riqueza, por lo menos tranquilidad.

Ing. Édgar Diminich