Traiciones a Cuba
Cuba ha sido varias veces víctima de quienes juraron defender su libertad. El primero, el militar Fulgencio Batista, elegido por voto popular y después golpista. El segundo, Castro, que derrotó a Batista y prometió librarla del imperialismo de EE. UU., para entregarla después al de la URSS, hasta casi provocar una guerra mundial con la crisis de los misiles, manteniendo su régimen una de las más largas y feroces dictaduras, fusilando incluso a quienes querían huir del país. Ahora, tras 63 años, ha surgido un nuevo movimiento liberador, pero, novatos, sus promotores han adoptado una táctica suicida: manifestarse individualmente, con traje blanco (hasta las Damas de Blanco iban juntas), por lo que quienes han salido a la calle han sido detenido sin problemas ni repercusión política. Peor aún: se ha dado la traición por el jefe más sonado, Yunior García. A última hora hizo una traidora declaración desactivadora de la protesta, que en vano el grupo promotor intentó desestimar. Ni él (por “un dolor de cabeza”, osó declarar un familiar suyo), ni otros promotores salieron de casa para ser apresados y denunciar la dictadura del régimen, que sí los ha detenido, ya deshonrados. Esperemos que, tras este duro pero esperable fracaso, perdida esta primera batalla, nuestros hermanos cubanos ganen pronto la guerra contra los máximos traidores a su patria.
Fermín Espinosa Romeo