Transparencia de la verdad sobre estructuras administrativas

Nada es verdad, nada es mentira, todo se ve de acuerdo al cristal con que se mira, frase que complementa a: La verdad os hará libres, la mentira os hará esclavos. Las proyecciones desde los Pensamientos de José de Ingenieros, plasmadas en su obra, Las fuerzas morales, nos reseñan: “Todos los que han pretendido eternizar una injusticia en cualquier tiempo y lugar han temido menos a los conspiradores políticos que a los heraldos de la verdad, porque esta, pensada, hablada, escrita, contagiada, produce en los pueblos cambios más profundos que la violencia. Ella siempre perseguida, siempre invencible es el más eficaz instrumento de redención moral que se ha conocido en la historia de la humanidad”. Esto para afirmar: “Si haces siempre lo mismo, los resultados serán iguales”, en armonía, con este pensamiento administrativo: una empresa es tan buena como lo es su gente, lo que en la crisis que presenta el Gobierno es producto de tener un sistema electoral que no depende sí para tener autoridades escogidas por votación popular, que una vez elegidas tienen desempeños de baja aceptación; lo correcto es que los escogidos salgan de una terna de aspirantes. Los partidos político los deben escoger entre una lista de 10, con el aval de elecciones primarias dentro de los partidos y garantía de un notario escogido por el Ejecutivo, para que dé fe de que se ha efectuado la elección de los tres aspirantes más votados, que sería enviada al organismo electoral para las elecciones pertinentes. Con ello mejoraría en 80 % la administración, con ahorro monetario de más de 50 % y administración más eficiente, con proyección positiva no cuantificable.

Crisanto. L. Autheman