Abelardo García Calderón: ¿Habrá un taimado y oculto objetivo?

¿Será que, para sostener la pobreza, deliberadamente se busca la ignorancia y se minimiza el desarrollo intelectual?
En una edición pasada, EXPRESO recogía la opinión de expertos en la que se resaltaba la dificultad de nuestro ciudadano común para enfrentar el reto de elegir, entendido bajo aspectos cívicos, éticos, intelectuales y sociales.
Y fue esto lo que nos llevó a girar entre algunas ideas para intentar descubrir las dificultades que, a un votante nuestro, presenta la democracia.
Es claro que el ejercicio democrático del voto no es fácil, pues implica madurez, cultura, inteligencia, ética, conciencia social e incluso, renunciamientos personales.
Y acaso ahí está la razón de la dificultad: no se maneja adecuadamente desde la escuela la observación, el análisis, la verificación, la criticidad y capacidad de contrastar; la discriminación que lleva a la elección para reconocer al buen líder, aspectos que se alcanzan con una buena educación.
Así las cosas, la ignorancia resulta ser buen caldo de cultivo para producir gobiernos antidemocráticos. ¿Acaso por ello las ideologías y partidos que perciben y necesitan la pobreza como materia prima procuran bajar los niveles y estándares en los que se educa la sociedad?, ¿Será por eso que el facilismo prima? ¿Que la promoción indiscriminada se practica para que se ganen años sin haber aprendido? ¿Será por ello que se quiebran valores y principios morales, éticos y espirituales, para producir un limbo dentro de ese relativismo que se crea?
“Piensa mal y acertarás”, decían los abuelos, y nos preguntamos: ¿será que, para sostener la pobreza, deliberadamente se busca la ignorancia y se minimiza el desarrollo intelectual?.
Ustedes, queridos lectores, podrán encontrar respuestas que satisfagan esas preguntas, pero resulta triste pensar que la ambición de poder y los deseos de perpetuarse en él sean causas para bajar la calidad educativa y formativa de los pueblos.
La generación de cristal tiene que dar paso a una de hierro, fortalecida en valores y principios, sustentada en inteligencia creativa y capaz de entender y rescatar para sí los altos ideales de libertad, paz y desarrollo.
No a la ignorancia, madre de la pobreza.