Abelardo García: Herejía pedagógica
Sin duda esta es una herejía, una loca propuesta, pero acaso en la práctica nos dé beneficios
Tenemos clarísimo que el ministro de Educación y su equipo son quienes deben señalar los objetivos y marcar con claridad los lineamientos que han de caracterizar las acciones del ministerio mientras se cumpla su periodo funcional. Por ello resaltamos las acciones iniciales de ir a trabajar en lo de fondo para tratar de darle giros significativos a nuestro modelo educacional.
Entrar y tomar la posta del marco curricular habla de las buenas intenciones del nuevo ministro. Usualmente los funcionarios dejan su carta de presentación en lo formal, en lo de la foto, en la declaración más o menos histriónica, y no siempre se da el deseo de continuar un trabajo comenzado, peor de un gobierno anterior.
Obviamente habrá modificaciones, puntualizaciones de acuerdo a las características pedagógica-personales, pero ya habla bien de la gestión de arranque el trabajar en una continuidad.
Ahora bien, tengamos claro que el marco curricular, el mismo plan ya concreto, trasladado a asignaturas, depende de la propuesta teórico-pedagógica que debamos acoger. En sí mismo, no es la panacea ni la solución de nada pero sí un pilar fundamental para aterrizaje de los finales objetivos que el ministerio se proponga conseguir. Sin embargo, y aquí viene lo de la herejía: ¿cómo poner vino nuevo en odres viejos? Es decir, ¿cómo asentar una nueva propuesta y estrategia curricular en la realidad vivencial de la escuela ecuatoriana?.
Cuando tenemos niños de octavo que no saben ni leer ni escribir, cuando tenemos niños que no conceptúan y no comprenden siquiera lo que leen, ¿cómo pedirles dar los saltos significativos que la construcción de pensamiento demanda? No será mejor, nos preguntamos, ¿terminar de forma conductista con los que ya están mal educados en el sistema y comenzar los cambios con aquellos que recién se insertan y que son pizarra en blanco?
Acaso de esa manera por lo menos algo se llevaría sin pasar por un cambio de modelo que poco o nada podrían aprovechar.
Sin duda esta es una herejía, una loca propuesta, pero acaso en la práctica nos dé beneficios. Mas recordar que hay un bosque.
