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Abelardo García | Otra vez el Cántaro al agua

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El saber que aunque no aprenda nada, será promovido, le muestra y revela al menor que no es necesario el estudio

“Más de lo mismo”; “llover sobre mojado”; “Vuelve la mula al trigo”, serían expresiones que nuestros abuelos hubiesen utilizado para calificar la necia resolución que sobre libre promoción ha vuelto a tomar el Ministerio.

Y es que, la medida no resulta novedosa, ya se ha repetido entre nosotros una y tantas veces y parece que no alcanzamos a entender que no es la solución a ningún problema y que más bien lo agrava y lo complica todo.

La ex ministra Brown, comentando sobre la disposición dijo: “que ya se había comprobado que muy poco o nada ayuda a la escolaridad, que igual la deserción se presenta”, y es que sobre esta hay mucho que decir y que tejer; pues desde la desidia a la extorsión, desde la búsqueda de dinero fácil hasta el demérito de formarse, están entre las causas de ese complicado problema social.

El problema de que el alumno PASE, aunque no SEPA, no solo afecta al mismo niño que sin bases necesarias es expuesto a nuevos conocimientos y estructuras mentales para los que no está preparado por las lagunas y vacíos de aprendizaje que acumula. Finalmente lo pedagógico pudiera corregirse en algún momento, pero hay otros daños mayores que afectan a él y a los otros.

El alcanzar una meta sin el esfuerzo suficiente, el conseguir un premio sin haberlo merecido, el saber que aunque no aprenda nada será promovido; le muestra y revela al menor que no es necesario el estudio ni el deseo de aprender. Le resta capacidad de mejora, le impide la resiliencia y no le enseña a asumir el fracaso porque no lo tuvo.

Para los demás, para aquellos que sí estudiaron, para aquellos que sí trabajaron y aprendieron, el mensaje que queda es que no importa haberlo hecho, porque igual el que no lo hizo alcanza su misma distinción: la promoción al año lectivo superior.

¿Queremos escolaridad?, obliguemos a aquellos que no aprendieron a regresar al aula con compromiso de sus padres de ayudarles en el proceso, generemos momentos adicionales de estudio aumentando la carga de trabajo escolar para que la experiencia de repitencia enseñe y busque ser evitada y no repetida.