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50 años de Credibilidad y… ¿enseñanza?

Avatar del Abelardo García

Obsesivo en la búsqueda de la verdad y justo en sus enunciados, ha sido EXPRESO un crisol de aprendizajes ciudadanos.

Cuántos cambios, cuántos hechos, cuánta historia han transcurrido desde aquella noche del 24 de julio y madrugada del 25, de hace 50 años, cuando un puñado de gentes que compartíamos una misma expectativa y entusiasmo, junto a la enorme rotativa, esperábamos con algo de ansiedad y rostros alegres el nacimiento de EXPRESO, el nuevo diario de Guayaquil, que venía para aportar nuevas ideas, nuevas propuestas, para una mejor convivencia ciudadana.

Claros estamos que el principal objetivo de un medio de prensa es informar, orientar y ser tribuna de opinión; su fin último no es precisamente el educar, pero sin duda, con sus posiciones, con sus conceptos, con sus opciones críticas, algo de aquello también se logra, y si lo vemos en la trayectoria de EXPRESO, esto ha sido una realidad constante.

Al cultivar el buen decir, el sobrio y claro uso del idioma, el sostener y ser firme en una posición, EXPRESO también ha enseñado a su lector.

A través de la historia democrática de los últimos tiempos y desde la misma dictadura, en medio de la que nació, EXPRESO enseñó a buscar la libertad, los grandes ideales y a sostener la altivez ciudadana, actitudes que le acompañaron siempre y por las que sin duda fue obteniendo esa credibilidad de la que hoy goza.

En su página editorial siempre hubo una nota sobre educación; desde el profesor Aníbal Castillo, reputado educador de su tiempo, hasta las nuevas columnas, el hecho educativo fue comentado y analizado. Espacios dedicados a los niños y a los jóvenes, suplementos interactivos en los que se estimulaba el aprendizaje, fueron también preocupación del diario.

El ser vertical en sus posiciones, el sostener siempre claros conceptos y la equilibrada mesura con la que se enjuiciaba en las distintas épocas, hablan también de esa enseñanza que buscaba de manera muy directa el aprendizaje ciudadano.

Rebelde ante la intolerancia, obsesivo en la búsqueda de la verdad y justo en sus enunciados, ha sido EXPRESO un crisol de aprendizajes ciudadanos que fueron caracterizándolo y convirtiéndolo en referente de análisis y opinión. Entonces, sí enseñó.