Premium

Arturo Moscoso: LDU y la pasión

Avatar del Arturo Moscoso Moreno

Esta confrontación constante me ha llevado a disminuir mi participación en ese espacio

Recuerdo claramente cuando el 2 de julio de 2008 Liga Deportiva Universitaria se coronó campeón de la Copa Libertadores en el Maracaná, en lo que es, aún hoy, el éxito más importante de la historia del fútbol nacional. Tuve el privilegio de estar ahí y la emoción que viví en ese momento es indescriptible. Luego ganaría dos recopas y una Copa Sudamericana. El domingo pasado lo volvió a hacer, ganando una nueva Sudamericana, reafirmando su sobrenombre de Rey de Copas.

Mi conexión con LDU es de muchos años. He compartido momentos de alegría y frustración con otros hinchas. Pero con el tiempo he comenzado a sentir un cierto cansancio, un cambio de intensidad en esa pasión. Esta sensación no viene de la disminución del amor por el equipo, sino, creo, de la polarización que el fanatismo puede generar.

Mi vida ha estado marcada por otras formas de pasión y convicción. Solía ser un activista apasionado de diversas causas, muchas relacionadas con la política, con los DD. HH. o las creencias religiosas. Sin embargo, ese entusiasmo inicial se ha transformado en una inclinación hacia la reflexión en lugar del enfrentamiento. La radicalización que rodea a estos temas me ha hecho reconsiderar mi enfoque. Creo que es mejor convencer que confrontar.

Este cambio de perspectiva también se ha manifestado en mis interacciones en las redes sociales, sobre todo en X, a menudo campo de batalla entre opiniones extremas. Esta confrontación constante me ha llevado a disminuir mi participación en ese espacio. La necesidad de mantener una mente abierta y de promover el diálogo constructivo se me hizo evidente.

Con LDU ganando una nueva Sudamericana he sentido nuevamente una emoción difícil de explicar con palabras, pero hacer de este un triunfo una herramienta para burlarme de otros equipos, por ejemplo, ya no me hace gracia. No siempre podemos conservar la ecuanimidad en momentos así, pero creo que pondríamos nuestro granito de arena para una mejor convivencia si utilizáramos estos triunfos y esta pasión para unir y no para separar, sobre todo en una sociedad que ya está gravemente fracturada.