Arturo Moscoso: Un pocotón de hdps
Después de todo, podrían tener un par de cosas válidas que decir
Con un libreto que suena bastante familiar en Ecuador cuando un gobernante no acepta la crítica, el presidente Noboa no se mordió la lengua al decir que “un pocotón de PhD que nos atacan… más suenan a hdp que a PhD”. Si bien, no profundizó en el comentario, probablemente hacía referencia a las voces que se levantaron desde la academia ecuatoriana frente a la injustificable invasión a la embajada de México en Ecuador.
Lo cierto es que, más allá de que quien provocó este incidente, el presidente López Obrador, primero con unas declaraciones de lo más desacertadas sobre el magnicidio de Fernando Villavicencio, banalizando de forma ruin su muerte; y luego concediéndole asilo diplomático a Jorge Glas, un delincuente común sentenciado por corrupción y a la espera de otros procesos (lo que también violó la Convención sobre Asilo Diplomático, cabe señalar), la respuesta de Ecuador fue a todas luces desproporcionada.
Y es que a nivel nacional esta acción refleja una preocupante predisposición a apartarse de las normas establecidas cuando conviene, mientras que internacionalmente, otros gobiernos podrían tomar este incidente como un ejemplo para justificar incursiones similares, esas sí, en contra de verdaderos perseguidos políticos. Aunque Ecuador tenga sus razones para indignarse y protestar por el asilo diplomático otorgado por México a un delincuente, la manera de responder no debió ser esa.
Los académicos y expertos lo que en realidad ofrecen son perspectivas valiosas que podrían ayudar a entender mejor estos y otros eventos y a encontrar soluciones que podrían ser más adecuadas. Voces que, cabe aclarar, lejos están de aquellas que piden las “peores sanciones” para el Ecuador. Un expresidente que se posiciona contra su propio país solo muestra la enormidad de su miseria.
Es tentador ignorar a esos molestos académicos con sus datos y análisis fundamentados, especialmente cuando no aplauden la supuesta audacia de las decisiones presidenciales. Pero quizás, solo quizás, antes de lanzar la próxima perla verbal o invadir otra embajada, sería prudente escuchar primero a ese “pocotón de hdps”. Después de todo, podrían tener un par de cosas válidas que decir.