Un país que se desangra

No se ve un trabajo de inteligencia eficaz para anticipar los problemas ni la suficiente capacidad de reacción
Entre 2007 y 2017 Ecuador tuvo un gobierno con una impresionante capacidad de malgastar recursos y oportunidades. A pesar de que contó con los que quizás sean los mayores ingresos económicos en la historia del país, fue asombroso su talento para dejar pasar la ocasión de mejorar en algo la vida de los ecuatorianos.
Dentro de estos ‘logros’, no olvidemos el desmantelamiento del ya endeble sistema de seguridad del país, ahora casi inexistente. Por ejemplo, al amparo de un falso sentido de soberanía, se impidió en nuestro territorio la presencia de bases estadounidenses para controlar las actividades del narcotráfico, dando pábulo a que bandas de narcotraficantes prácticamente se apoderen del país. La violencia sin precedentes y la inseguridad constante que hoy nos azotan son, en buena parte, consecuencias de eso.
A esto debe sumársele la inefectividad del actual gobierno para enfrentar la situación. No se ve un trabajo de inteligencia eficaz para anticipar los problemas ni la suficiente capacidad de reacción. Y no dejemos de lado a la disuelta Asamblea, controlada justamente por aquellos que gobernaron en la ‘década ganada’, que también tuvo un destacado papel en esta crisis. Motivados siempre por su ánimo golpista, jamás cooperaron para dar soluciones y al contrario, las entorpecieron y torpedearon.
Y por supuesto, nuestra clase política también tiene su rol. Expertos en decir lo que está mal, son incapaces de plantear salidas o ser parte de un gran acuerdo para enfrentar esta guerra que nos han declarado la delincuencia y el narcotráfico. Les importa tan poco el país que cuando se propuso la extradición y la participación de las FF. AA. como herramientas para combatir esos males, fueron los primeros en oponerse, sobre todo la organización que precisamente es la principal causante de esta situación y que quiere volver al poder.
Por eso, en las elecciones que vienen, si bien es difícil encontrar propuestas sólidas entre las listas y candidatos participantes, es importante tener presente a los causantes y cómplices del desangramiento del país para no votar por ellos.