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Carlos Alberto Reyes Salvador | Elecciones Ecuador: de cara a la segunda vuelta

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... ambos candidatos deberán ajustar sus estrategias para captar el apoyo de los indecisos y consolidar su base electoral

Las elecciones presidenciales han dejado un panorama político polarizado, con Daniel Noboa y Luisa González como los dos contendientes para la segunda vuelta.

Con el 99,90 % de las actas escrutadas, el presidente en funciones, Daniel Noboa, obtuvo el 44,16 % de los votos, mientras que Luisa González, representante del correísmo, alcanzó el 43,98 %. Esta estrecha diferencia refleja una marcada división en el electorado y anticipa una segunda vuelta decisiva programada para el 13 de abril de 2025 en la que ambos candidatos deberán ajustar sus estrategias para captar el apoyo de los votantes indecisos y consolidar su base electoral.

Esta primera vuelta evidenció una consolidación del panorama político en torno a dos figuras antagónicas. Daniel Noboa, de 37 años, ha centrado su campaña en la seguridad y el combate al crimen organizado, destacando su mano dura contra el narcotráfico y la violencia que aqueja al país. Sin embargo, su gestión ha enfrentado críticas debido a apagones prolongados y medidas económicas impopulares, como el aumento del IVA y la reducción de subsidios a los combustibles.

Por otro lado, Luisa González, de 47 años, ha basado su propuesta en la justicia social y la mejora de los servicios públicos, evocando la gestión del expresidente Rafael Correa. Su campaña ha buscado conectar con sectores descontentos con la situación actual, prometiendo un retorno a políticas que prioricen el bienestar social.

De cara a la segunda vuelta, Noboa deberá ampliar su discurso más allá de la seguridad, abordando otras áreas críticas como la economía, el empleo y la salud. Presentar propuestas concretas para mejorar la situación económica y reducir la pobreza podría atraer a votantes que buscan soluciones integrales. También deberá atender las críticas relacionadas con los apagones y las medidas económicas impopulares, y proponer soluciones viables, a fin de poder recuperar la confianza de sectores desencantados.

Noboa debe captar el voto de aquellos que no votaron por él en la primera vuelta, estableciendo alianzas con partidos y líderes que representen una visión más moderada y movimientos que no lo apoyaron en la primera vuelta, especialmente aquellos con bases electorales significativas, ofreciendo un gobierno de unidad nacional que no solo se enfoque en la seguridad sino en la estabilidad económica y social.

Por su lado, Luisa González buscará desmarcarse de la figura de Correa, enfatizando su autonomía y capacidad de liderazgo independiente. Intentará construir alianzas con movimientos indígenas y sociales, estableciendo puentes con líderes como Leonidas Iza y otros actores sociales a fin de ampliar su base de apoyo y demostrar un compromiso con la inclusión y la diversidad. González necesita convencer a un electorado que aún se muestra escéptico respecto al retorno del correísmo, un segmento teme un regreso a la confrontación política y las restricciones a la prensa.

La segunda vuelta electoral se perfila como una contienda decisiva que definirá el rumbo del país en los próximos años. El resultado dependerá de quién logre conectar mejor con los votantes que no participaron en la primera vuelta o que aún no han decidido su voto. La elección del 13 de abril no solo definirá al próximo presidente, sino también el destino político y económico del Ecuador.