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Carlos Alberto Reyes Salvador | La nueva derecha

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Donald Trump en Estados Unidos, Nayib Bukele en El Salvador y Javier Milei en Argentina

En los últimos años el panorama político internacional ha sido sacudido por la emergencia de una ‘nueva derecha’ que desafía las estructuras tradicionales y representa una respuesta contundente al descontento ciudadano frente a la política convencional. Figuras como Donald Trump en Estados Unidos, Nayib Bukele en El Salvador y Javier Milei en Argentina encarnan esta transformación, marcando un cambio de rumbo que se aleja de las corrientes progresistas predominantes en décadas pasadas.

Esta nueva ola política se caracteriza por su discurso directo, el desafío al ‘establishment’ y su propuesta de retomar valores tradicionales que han sido erosionados por el progresismo, el feminismo radical y ciertas vertientes del socialismo. Más allá de los discursos, estos líderes han alcanzado notoriedad al implementar políticas que confrontan directamente problemáticas profundamente arraigadas en sus países.

Donald Trump, presidente electo por los norteamericanos para un segundo periodo no consecutivo, se ha convertido en la actual figura prominente de la derecha estadounidense; ha prometido erradicar el ‘wokismo’, combatir la inmigración ilegal y priorizar los intereses nacionales frente a las presiones de organismos internacionales. Su postura ha sido percibida por sus seguidores como una defensa de la identidad estadounidense y una lucha contra el globalismo. Trump se posiciona como un defensor de los intereses nacionales, rechazando las imposiciones de organismos internacionales y proponiendo un retorno a los valores tradicionales. Sus seguidores ven en él a un líder fuerte que desafía el ‘statu quo’, aunque sus detractores señalan que su enfoque exacerba la polarización y las tensiones sociales.

Por su lado, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, ha implementado una política de mano dura contra la delincuencia, logrando una reducción histórica de la violencia. Su enfoque ha sido celebrado por una población que clamaba por seguridad y estabilidad, aunque ha generado críticas internacionales por su estilo autoritario. Bukele ha logrado resultados tangibles en seguridad, reduciendo índices de criminalidad en un país marcado por décadas de violencia. Sin embargo, sus métodos y su concentración de poder han generado preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos y la independencia de las instituciones democráticas.

Mientras que en Argentina, Javier Milei ha irrumpido con propuestas económicas radicales como la dolarización y la reducción del gasto público, con la intención de enfrentar una inflación galopante y una crisis económica crónica. Su discurso antisistema ha calado hondo en una ciudadanía cansada de la corrupción y las promesas incumplidas. Con su retórica incendiaria y sus propuestas económicas, promete un cambio radical, pero enfrenta críticas sobre la viabilidad y el impacto social de sus medidas.

El éxito de estos líderes refleja un creciente hartazgo de los ciudadanos hacia las políticas tradicionales. La emergencia de la nueva derecha no debe interpretarse únicamente como un triunfo político, sino como una manifestación de un profundo cambio cultural. Esto refleja un deseo de muchos ciudadanos por recuperar lo que perciben como valores perdidos en un mundo en transformación.