Carlos Andrés Vera: No hay derecho
No es posible que por la inconsciencia de un par de autoridades sin escrúpulos la ciudad se desmorone
Aunque usted no lo crea, Quito solía ser un referente regional en temas de planificación urbana y gestión de riesgos, al punto de que muchas ciudades de Latinoamérica y del país eran asesoradas por nuestra capital.
Esta tradición de elaborar buenas políticas públicas se remonta a las mejores alcaldías que vio la ciudad, con Paz, Mahuad y Roque Sevilla, y se mantuvo en las alcaldías de Moncayo, Barrera y Rodas. De hecho, durante la gestión de Mauricio Rodas, la Secretaría de Planificación creó dos documentos vitales. El primero, llamado Estrategia de Resiliencia, se enfocaba en temas como soluciones ambientales en el contexto del cambio climático, movilidad, cohesión social y seguridad. El segundo, llamado Mapa de riesgos y vulnerabilidades, identificaba -valga la redundancia- las vulnerabilidades a las que estaba expuesta la ciudad. Documentos como estos representaban una guía de trabajo para priorizar el gasto público en zonas donde había que actuar con urgencia, previniendo así tragedias como los incendios que vimos esta semana. La ciudad contaba también con un Mapa de riesgos naturales y no naturales y un Plan de lluvias y plan de incendios.
Durante décadas, Quito produjo una enorme cantidad de investigación y conocimiento para su desarrollo. Existía un banco de proyectos para la ciudad, tanto impreso como digital, con hitos mensuales para varios años, y proyectos importantísimos a los que se podía acceder a través de un gobierno abierto. ¿Qué diablos pasó? Los planes maestros fueron guardados en un cajón durante la administración de Jorge Yunda y hoy ni siquiera están disponibles en internet. Secretarías como la de planificación fueron descabezadas y llenadas de burócratas que han demostrado ser inútiles.
Señor alcalde Pabel Muñoz: desempolve toda la información que levantaron sus antecesores. Usted cuenta con todos los instrumentos para prevenir y gestionar mejor tragedias como la que vivimos esta semana, y tal vez ni siquiera lo sabe. Exíjale a sus secretarios que le muestren todo el trabajo de planificación y medio ambiente que se ha desarrollado por décadas y retome las políticas de gobierno abierto. Los quiteños contamos durante mucho tiempo con alcaldes comprometidos y competentes. No es posible que por la inconsciencia de un par de autoridades sin escrúpulos la ciudad se desmorone. No hay derecho.