Carlos Andrés Vera | El monstruo, explicado. Parte 1
¿Qué hace el Estado y por qué en Ecuador observamos este fenómeno prácticamente con las manos cruzadas?
Si algo tiene Ecuador, es oro. Y gracias a esa bendición/maldición, la minería ilegal se ha convertido en un monstruo capaz de destruir nuestro país. Una investigación de Plan V revela que en los últimos tres años se realizaron ventas de oro desde Ecuador por más de $1.300 millones. El daño económico alcanza esas dimensiones: miles de millones de dólares. A esto se suma el daño ambiental, masivo y casi irreparable. Y, además, el daño cultural, que es inconmensurable, ya que la destrucción del territorio despoja a un indígena de su identidad y lo convierte en un ciudadano pobre. Sin más. Por ello, comparto una serie de tres columnas para que el lector comprenda la gravedad, escala y características de este problema, cuya solución compete a toda la sociedad.
Plantas de beneficio: todo el mineral extraído de ilegalmente en miles de puntos del país se procesa en instalaciones industriales conocidas como plantas de beneficio. En Ecuador existen unas 120, de las cuales la mayoría opera sin permisos ambientales. Muchas de ellas han sido tomadas por bandas criminales.
Mercurio: en Ecuador, su uso en actividades mineras está prohibido desde 2015. Es un metal pesado altamente tóxico y contamina suelos y cuerpos de agua. Sin embargo, ingresa de forma clandestina al país, principalmente desde Perú.
Maquinarias: la compra y venta de maquinaria minera está apenas controlada. Es común que los pagos se realicen en efectivo por equipos que cuestan $150.000 o más. No existe un sistema de trazabilidad ni reglamento que permita conocer quién adquiere estas maquinarias ni con qué fines.
Comunidades: las mafias de la minería ilegal compran comunidades y las involucran en el negocio. Familias pobres reciben entre $800 y $1.000 mensuales como compensación. Otro monto se destina a la comunidad, donde es común invertir en maquinaria. Una retroexcavadora puede generar ingresos mensuales de aproximadamente $25.000.
Compradores de oro: China, Emiratos Árabes e India son algunos de los principales compradores de oro ilegal. En países como Colombia o Perú, donde esta actividad criminal está prácticamente consolidada, la minería ilegal mueve cerca de $11.000 millones al año.
¿Qué hace el Estado y por qué en Ecuador observamos este fenómeno prácticamente con las manos cruzadas? Lo analizamos en el siguiente editorial.