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Carlos Andrés Vera: Ya ha sido suficiente

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Ya ha sido suficiente

He seguido con respeto profundo la campaña de la oposición en Venezuela. Si se tratara de un país relativamente normal y democrático, no habría sorpresa el domingo. Edmundo González, siendo un desconocido, le saca más de 40 puntos en las encuestas a Nicolás Maduro. Si se tratara de votos, el tema estaría ya saldado. Por ello, pesos pesados del socialismo del SXXI se han atrevido a darle al dictador Maduro cátedra sobre democracia: si pierde, que acepte los resultados, le han sugerido Lula, Alberto Fernández y Petro, como si durante 24 años estos personajes no hubieran sido cómplices y benefactores del régimen venezolano. ¿Los sabuesos chavistas recién se enteran de quién es Maduro? Nah. Se curan en sano porque lo conocen. Saben perfectamente que estamos ante un dictador. Saben que Venezuela es más un territorio controlado por delincuentes que un país, en todo el sentido de la palabra. Esto me lleva a lo medular: ¿qué pasará cuando Maduro sea aplastado en las urnas?

Espero estar equivocado, pero Maduro no se irá perdiendo una elección. Los dictadores controlan todo el Estado para ocasiones como esta. Es probable que, al tener control del aparato electoral, simplemente viren los resultados y se declaren ganadores. También es posible que la derrota sea tan apabullante que no puedan virar los resultados y se queden en el poder a la fuerza: para eso tienen fuerzas armadas chavistas (no republicanas) y colectivos armados en las calles. El tercer escenario es que cedan el poder de forma simbólica, pero sigan controlando la sociedad y hagan inviable cualquier intento de cambio. Este último camino ya la conocemos en Ecuador: estallidos de violencia, narcopolítica, la mafia al control de la justicia y otras circunstancias le crean un escenario casi inmanejable a cualquier presidente.

Maduro no se irá perdiendo una elección. Cuando habla de baños de sangre, hay que tomarlo en serio: hace rato se manchó las manos y ahí están los casi ocho millones que se han ido desde 2014 como testigos. Deseo con todas mis fuerzas equivocarme y que la esperanza y valor del pueblo venezolano, encarnados en voces como la de María Corina Machado, se conviertan en una luz para Latinoamérica y entierren definitivamente al aparato criminal que ha destruido su país. Ya ha sido suficiente.