Antídoto para salir del corral

Cuando una masa se autodeclara animal es imposible no pensar en Rebelión en la granja, de Orwell
Cuando vi ese triste espectáculo de partidarios de un delincuente autodeclarándose fieles y orgullosos borregos, recordé mi juventud cuando -debido a mi ignorancia- me creí las fábulas de tiranos como Fidel Castro. ¿Cómo escapé yo de esa mentalidad? Primero, tuve que ir a Cuba y comprender ‘in situ’ la crueldad de su sistema. Luego, leyendo.
A continuación, comparto una serie de recomendaciones literarias que, en mi opinión, pueden ser un antídoto para escapar del corral.
Para comprender el peligro del comportamiento de masas, Masa y poder, de Elías Canetti y Los orígenes del totalitarismo, de Hannah Arendt. Canetti analiza cómo los líderes pueden utilizar y manipular a las masas para lograr sus objetivos, mientras que Arendt examina las condiciones sociales y políticas que dieron lugar al surgimiento de los regímenes totalitarios.
También es importante volver a la filosofía clásica: Platón y Aristóteles nos estimulan a desarrollar habilidades de pensamiento crítico y lógico, promueven el análisis profundo de ideas, la argumentación y la búsqueda de la verdad.
Cuando una masa se autodeclara animal es imposible no pensar en Rebelión en la granja, de Orwell, un libro que leí en el colegio y que me introdujo a obras distópicas más sustanciales como 1984, del mismo Orwell, Un mundo feliz, de Aldous Huxley y Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. Lecturas que presentan visiones sombrías de sociedades donde se ha perdido la libertad.
El antídoto no está completo sin historia y en ese sentido, nadie como Anne Applebaum. Recomiendo Gulag: Historia de los campos de concentración soviéticos y Cortina de hierro: La destrucción de Europa del Este, para comprender el origen de las ideas que en la política moderna se nos presentan edulcoradas bajo la etiqueta de “socialismo del siglo XXI” o “progresismo”.
¿Qué sentido tiene recomendar lecturas en un país donde muy pocos leen? Quién sabe. Tal vez algún borrego se aventura a leer, sale del corral y abandona el rebaño. O tal vez los demás nos vacunamos para nunca entrar en él.