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El dilema sigue siendo el mismo

Avatar del Carlos Andrés Vera

La mayoría de ecuatorianos que no quiere comunismo indoamericano o socialismo del SXXI

Tres semanas después de la última elección, dos protagonistas de la insidia política retoman sus agendas golpistas. Me resultaba extraño ver a Leonidas Iza hacer campaña vestido de blanco y hablando de empleo en las puertas de los negocios que en 2022 obligó a cerrar. Hoy ha vuelto a su tradicional poncho rojo y retoma la amenaza de las movilizaciones que siempre han dirigido su violencia no solo contra el Estado sino contra los ciudadanos. En paralelo, Rafael Correa, embriagado por un 25 % de preferencias electorales, exige la renuncia del presidente. Si bien ambos se turnan el mango de la sartén política, ninguno representa a la mayoría.

Tanto RC5 como PK han logrado consolidar un electorado importante, pero no mayoritario. Ante la ausencia de otros liderazgos, la mayoría del electorado permanece dispersa. La última vez que esa mayoría se expresó en una papeleta cerrada lo hizo por la alternativa democrática y le dio a Lasso la presidencia. Lamentablemente, víctima de sus propios errores pero también abrumado ante una oposición que conspira desde el primer día, el Gobierno ha estado lejos de llenar las expectativas de sus electores. Esa circunstancia ha dejado en una especie de orfandad política a quienes siguen considerando que el país debe insistir en liderazgos democráticos. Y por eso, tanto Correa como Iza, necesitan la salida del Gobierno ahora y no como corresponde, en dos años. ¿Por qué?

Porque en este momento basta un 30 % organizado para alcanzar el poder. En dos años, no sabemos. Porque si algo ha hecho bien este gobierno es ordenar las cuentas, reduciendo el déficit fiscal a 1 % del PIB y acumulado reservas a las que cualquier caudillo populista le metería mano de inmediato. Con decenas de gobiernos seccionales recientemente ganados, Correa e Iza tendrán mucho más facilidades logísticas para generar el caos y, por cualquier camino, buscar la caída del Gobierno, apurar una elección y hacerse del poder.

La mayoría de ecuatorianos que no quiere comunismo indoamericano o socialismo del SXXI sigue enfrentando el mismo dilema: no se trata de izquierda o derecha sino de autoritarismo o democracia.