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Los dilemas que expone Oppenheimer

Avatar del Carlos Andrés Vera

Lo que sucedió en la Segunda Guerra Mundial es pasado y hasta ahora, nadie ha vuelto a emplear ese poder frente a su enemigo.

Dicen que las mejores películas son aquellas que dejan en la audiencia más preguntas que respuestas. También decía Hitchcock que las mejores películas de suspenso no te asustan durante la proyección, sino que te asaltan después, como por ejemplo cuando provocan miedo de entrar a la ducha (Psicosis) o de entrar al agua (Tiburón). La obra maestra de Christopher Nolan, Oppenheimer, tiene ambas virtudes: reactiva el terror al que estamos expuestos frente a un posible apocalipsis nuclear y arroja los dilemas más complejos sobre si lo que hizo Oppenheimer fue por el bien o mal de la humanidad.

Primer dilema: desarrollar o no un arma de destrucción masiva. La respuesta fácil es no hacerlo. ¿Por qué la humanidad habría de condenarse a sí misma? Pero cuando un país como Estados Unidos sabe que del otro lado los nazis han iniciado una carrera por obtener la bomba atómica, ¿qué es lo que cabe? Imagine estimado lector cuál habría sido el destino de la humanidad si Hitler hubiera contado con el poder de destrucción nuclear. Complejo, ¿no?

Segundo dilema: una vez desarrollada la bomba, utilizarla o no contra los japoneses. La respuesta fácil: no hacerlo. El dilema surge cuando después de la caída de Berlín y la muerte de Hitler, Japón no estaba dispuesto a rendirse. Finalizar la guerra, habría significado entonces una invasión militar de la isla y el bloqueo marítimo de la misma, comprometiendo muchas más vidas (de ambos bandos) de lo que supusieron las detonaciones de Hiroshima y Nagasaki. Fue el poder nuclear el que finalmente provocó la rendición incondicional de Japón. ¿Qué habría hecho usted, estimado lector?

No existen respuestas fáciles ni correctas a estos dilemas. La virtud de Oppenheimer no es solo refrescar estas preguntas sino sensibilizarnos ante el futuro. Lo que sucedió en la Segunda Guerra Mundial es pasado y hasta ahora, nadie ha vuelto a emplear ese poder frente a su enemigo. ¿Será nuestra especie lo suficientemente consciente como para nunca más hacerlo? Hoy, un ataque nuclear implicaría una respuesta de varias naciones llevando -sin lugar a dudas- a toda nuestra especie a un escenario apocalíptico.