Feminismo sumiso

Hoy en sus redes sociales, el ‘feminismo correísta’ dice que no es momento de divisiones, que las mujeres son “diferentes”
Años atrás, cuando el entonces presidente Correa nombraba como directora de la Enipla a Mónica Hernández, mujer conservadora miembro del Opus Dei, comenté que en el país se inauguraba una nueva ideología: la izquierda conservadora.
Por esos tiempos, a las militantes feministas del correísmo que tuvieron iniciativas legislativas por la despenalización del aborto, se les reprendió hasta que se declararon -literalmente- “sumisas” a su presidente. Terminó ese gobierno y con los años algo que podría llamarse ‘feminismo correísta’ retomó con radicalidad causas como la despenalización del aborto. Y de pronto -oh sorpresa- Correa designa a una candidata conservadora a la presidencia.
Vamos, que ha sido muy divertido ver a feministas que se expresan siempre de forma radical, explorar los terrenos de la moderación e incluso la aceptación del que no piensa como ellas.
Antes de la designación de Luisa González, a cualquiera que se expresara en contra de la despenalización del aborto, estas damas no le escatimaban adjetivos y campañas enteras de cancelación. Hoy en sus redes sociales, el ‘feminismo correísta’ dice que no es momento de divisiones, que las mujeres son “diferentes” y lo que deben hacer es “debatir”, “construir desde las coincidencias”, etc. En definitiva, una exhibición de contorsionismo ético para justificar su voto por alguien a quien en cualquier otra circunstancia habrían calificado sin más de “antiderechos”.
La postura podría explicarse con algo evidente: más allá de sus posiciones personales, es una mujer la candidata. Teoría loable si no fuera por el pequeño detalle de que la distinguida dama no ha sido designada por los hombres y mujeres de su partido sino por el patriarca Rafael.
Tal como sus partidarias en el pasado, Luisa no se debe a las mujeres sino que es “leal” (dicho por Vinicio Alvarado) al macho conservador.
Y así, tal como esta tribu fundó en el pasado la izquierda conservadora, inaugura hoy el feminismo sumiso.