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Mujer sabia

Avatar del Carlos Andrés Vera

A sus 32 años, mi madre tuvo la claridad para separar las cosas y seguir cultivando nuestro amor por papá

Recuerdo que papá nos estaba esperando a mi hermano y a mí a la salida del colegio. Tenía alguna noticia que solo podía darnos en persona. Fuimos a comer y ahí nos contó que ya no viviría con nosotros. En sus palabras, el amor por mi mamá había terminado y él tenía que irse de la casa. Nos entregó una carta a cada uno y luego fue a dejarnos en la casa que, desde ese día, sería la casa de la mami.

Al llegar vi a mi madre llorando sobre la cama, con nuestro hermanito dormido a un costado. Mamá nos dio un abrazo a ambos, lloramos juntos y nos dijo que saldríamos de esta.

El divorcio de mis padres fue muy duro. No cabe ventilar detalles en un espacio público como este, pero basta decir que resultó un proceso que nos marcó a todos para siempre. Con los años también fui comprendiendo más a mi padre y dejé de juzgarlo con la dureza e ingenuidad de un niño de 10 años. Ese hecho tan sencillo se lo debo a mamá. En los momentos más álgidos, cuando yo estaba enojado con papá y no quería hablarle o verle, mi madre trazó siempre una línea: “El divorcio es una cosa, pero tu padre será siempre tu padre. Y a tu padre, lo respetas”.

A sus 32 años, mi madre tuvo la claridad para separar las cosas y seguir cultivando nuestro amor por papá. Hoy mis padres tienen una buena relación. Y gracias a mamá, las secuelas de un evento traumático no fueron devastadoras para nuestra salud mental en el largo plazo.

He recordado este gesto de sabiduría un día después de ver el bochornoso escándalo público entre Shakira y Piqué, donde distintas tribus de redes sociales toman partido, pelean y abanderan posturas como si se tratara de un ‘celebrity deathmatch’. En medio de este extraño espectáculo, tan propio de la modernidad, me he puesto a pensar un momento en los hijos de esa pareja y me he preguntado qué traumas estarán cultivando al ser testigos del escarnio público que su madre le hace a su padre. Lo sabremos seguramente en algunos años, cuando sean ellos los que por alguna locura se conviertan en el ‘trending topic’ del futuro.

Yo, me abrigo en la gratitud por la fortuna de haber sido criado por una mujer sabia.