Soledad y silencio

En la cotidianidad llevamos máscaras e interpretamos papeles:
¿Cuándo fue la última vez que te sentaste en soledad y silencio, sin televisión, celular o cualquier otro tipo de distracción? ¿Cuándo fue la última vez que hiciste ese ejercicio de contemplación? Es probable que ni siquiera lo recuerdes. Y es que la vorágine de la modernidad colma casi todos los aspectos de nuestra vida. La mayoría de nosotros ya no somos capaces de sentarnos y observar. Necesitamos una distracción y por lo general esa distracción es el celular. ¿Qué ocurre cuando nuestra mente busca constantemente distracciones?
Hace algunos años tuve una formación en la práctica del yoga. La mayoría de las personas lo asocian con posturas que demandan niveles avanzados de flexibilidad y fuerza. El fondo de las posturas y otras prácticas, como los mantras o el tipo de alimentación a los que se somete un practicante de yoga, no es otro que preparar el cuerpo para la meditación. Y es que no es natural para nosotros sentarnos en una posición erguida, cerrar los ojos y enfocarnos en la respiración. La mayoría de las personas no resisten esa postura más de dos minutos antes de abandonarla por aburrimiento o porque el cuerpo no está acostumbrado a la quietud. Todos los aspectos del yoga lo que hacen es preparar cuerpo y mente para la soledad y el silencio.
Los primeros textos yóguicos tienen unos 5.000 años. ¿Por qué los sabios que crearon esas prácticas le daban tanta importancia a la auto contemplación?
Pocas cosas pueden ser más aterradoras que enfrentarnos a nosotros mismos. En la cotidianidad llevamos máscaras e interpretamos papeles: el profesional, el simpático, el fuerte, el sensible, el exitoso, etc. Son los roles que asumimos en sociedad, pero en la profundidad de la soledad y el silencio, no hay a quien engañar. No hay ninguna máscara que sirva como escondite. Estamos obligados a tener un encuentro con nuestra conciencia y escuchar el llamado profundo de nuestra voz interior. Es ahí, en ese encuentro, donde están cifradas las respuestas que nunca vamos a encontrar en el exterior.