Tres reflexiones sobre El Gran Padrino

Si llegara a comprobarse que Cherres tuvo a través de Carrera algún grado de influencia en el Gobierno, sería extremadamente grave.
Boscán está informado: sobre Andersson Boscán y La Posta he escuchado muchas acusaciones, las últimas, en boca del presidente de la República. He visto videos anónimos circular por redes y WhatsApp donde se denigra de manera infame al periodista y a su esposa y colega, Mónica Velázquez. Sin embargo, al menos hasta ahora, no he visto a nadie sustentar tal grado de acusaciones como manda la ética: con pruebas y de frente. Por el otro lado, las publicaciones de El Gran Padrino han provocado la fuga, renuncia o separación de varios exfuncionarios. Boscán está informado y pocas cosas son más poderosas que la información.
El gobierno se sigue haciendo daño: en pocos días, Henry Cucalón ha hecho gala de su habilidad política y en sendas entrevistas ha trazado la cancha donde debería jugar el Gobierno para manejar esta crisis. Lamentablemente, es el presidente quien en la cadena nacional de respuesta a La Posta, se dispara en el pie al hacer una exposición rica en adjetivos y pobre en argumentos. Tal vez Lasso ganó algún punto con esa ciudadanía a la que le agrada ver políticos golpeando la mesa, pero se puso a la opinión pública en contra. ¡Qué error perder la cabeza en momentos de crisis!
Danilo Carrera es, en el mejor caso, un irresponsable: ¿qué hacía Danilo Carrera en amistades con Rubén Cherres? Cherres, condenado hace años por narcotráfico y socio de miembros de la mafia albanesa, debería estar a años luz de personas como él. ¿No tenía el señor Carrera noción del daño que podía causarle al Gobierno, a la democracia y hasta al banco del cual es accionista, andar en los círculos sociales con fichas como esa? ¿No sabe Danilo Carrera que como familiar y socio del presidente de la República, su prioridad debería ser proteger a su familia de cualquier sospecha de corrupción o malas andanzas? Ojalá sus acciones no pasen de ser las de un fanfarrón y un irresponsable. Si llegara a comprobarse que Cherres tuvo a través de Carrera algún grado de influencia en el Gobierno, sería extremadamente grave.