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Carlos Alfonso Martínez | Un debate decisivo para el futuro del país

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Dos candidatos se enfrentarán en un escenario donde cada palabra y cada gesto pueden inclinar la balanza

El domingo Ecuador será testigo de uno de los debates presidenciales más trascendentales de su historia reciente. Dos candidatos con visiones, trayectorias y experiencias profundamente distintas se enfrentarán en un escenario donde cada palabra y cada gesto pueden inclinar la balanza. Llegan a este encuentro en un empate técnico, según las últimas encuestas, y con un evidente desgaste tras una campaña intensa y polarizante.

El contexto es inédito. En su primer debate, Daniel Noboa era un candidato con expectativas, pero sin antecedentes en el ejercicio del poder. Ahora retorna a la contienda como presidente en funciones, con una administración que será sometida al escrutinio público. Luisa González, por su parte, persiste en su aspiración presidencial, consolidándose como una figura recurrente en la política ecuatoriana. En caso de no obtener la victoria, quedará la incógnita de si insistirá en futuros procesos electorales.

Los temas a debatir reflejan las preocupaciones más apremiantes del país: seguridad, empleo, dolarización y salud. Sin embargo, esta vez podría sumarse una cuestión de gran calado: la posibilidad de convocar a una Asamblea Constituyente, un tema que ambos candidatos han insinuado y que, de concretarse, marcaría un punto de inflexión en la estructura política y económica de Ecuador.

El país observará con atención este debate, aunque quizás no con el mismo énfasis en el análisis posterior. Con el tiempo, hemos aprendido que las redes sociales, por más estridentes que sean, no definen el destino de una nación.

Las fortalezas y debilidades de ambos aspirantes son ya conocidas. La incógnita radica en la actitud con la que se presentará Noboa: ¿será el líder convincente y dinámico que sorprendió en su primer debate, o mostrará un tono más frío y calculador, como en su última aparición? En cuanto a González, es previsible que mantenga la coherencia de sus discursos anteriores, aunque el reto será ampliar su alcance más allá de su base política tradicional.

Seguiré el debate desde el primer instante, pues considero que hay temas que definirán el rumbo del país en los próximos años. Para mí, los más cruciales son la dolarización, el empleo y la seguridad. Sobre estos pilares descansa no solo la estabilidad económica, sino también la confianza de los ciudadanos en el futuro de Ecuador.