Premium

Carlos Alfonso Martínez | Devuélvannos el fútbol

Avatar del Carlos Martinez

Resulta igualmente costoso ver el campeonato nacional que cualquiera de las grandes ligas de fútbol europeas

Confieso, como buen ecuatoriano, que me enorgullecen profundamente los triunfos de nuestra selección nacional, tanto en la categoría masculina como en la femenina. Estas generaciones de talentosos futbolistas nos auguran un futuro repleto de éxitos a nivel internacional. Y es verdaderamente esperanzador observar cómo todos los ecuatorianos nos unimos, sin importar nuestra ubicación geográfica, y dejamos todo de lado para ver a nuestra selección competir.

Lamentablemente, nuestro campeonato local no genera las mismas alegrías, sino que suscita únicamente emociones negativas. Los directivos de la LigaPro y los presidentes de los clubes de fútbol, con contadas excepciones, tratan al fútbol ecuatoriano con desprecio y con un afán de destrucción sin precedentes en nuestra historia.

Es una vergüenza que contemplen el fútbol como un simple negocio, como una transacción mercantilista. Me apena profundamente que los aficionados no puedan asistir a los estadios debido a la falta de garantías mínimas de seguridad, que no podamos ver los partidos por televisión abierta, y que no podamos contratar un servicio mensual para ver el campeonato a un precio justo y competitivo.

Resulta igualmente costoso ver el campeonato nacional que cualquiera de las grandes ligas de fútbol europeas. Han dejado de pensar en los verdaderos dueños del fútbol, sus aficionados, quienes no son unos señores con ‘traje y corbata’. Apena ver cómo año tras año disminuye la asistencia a los estadios y menos personas pueden disfrutar del fútbol ecuatoriano. Algunos equipos de la primera y segunda división parecen más un mercado de jugadores que auténticos equipos de fútbol.

Afortunadamente, hay equipos que sacan la cara por el fútbol ecuatoriano, y no hay mejor ejemplo de ello que Independiente del Valle. Los ecuatorianos no solo debemos estar agradecidos con ellos por sus triunfos internacionales, sino también por la gran cantidad de jugadores que aportan a la selección nacional. Como guayaquileño, me entristece profundamente la situación de Barcelona y Emelec. Debo reconocer que los equipos de la Sierra están mejor organizados, estructurados y saneados.

Espero que algún día nos devuelvan el fútbol a los aficionados.