Carlos Martínez: Ahora empieza el verdadero reto

Este nuevo mandato exige decisiones firmes, muchas de ellas complejas y de alto impacto
El país ha hablado, ahora empieza el verdadero reto
La incertidumbre llegó a su fin: los ecuatorianos eligieron a quien será su presidente durante los próximos cuatro años.
El contundente resultado obtenido en las urnas, con una diferencia superior a once puntos, despeja cualquier duda sobre la legitimidad del proceso.
No existe espacio para insinuaciones de fraude o corrupción.
Hoy los ecuatorianos renovamos nuestras esperanzas, no solo por la victoria de un candidato que ha ratificado su compromiso con la dolarización, sino también porque ha demostrado -aunque en un corto período- capacidad y seriedad en el ejercicio del poder.
Tras un año y ocho meses al frente del país, Daniel Noboa ya no puede ser considerado un improvisado.
Ecuador enfrenta múltiples desafíos. La agenda nacional está marcada por temas urgentes y estructurales. Este nuevo mandato exige decisiones firmes, muchas de ellas complejas y de alto impacto.
En lo personal, no considero necesaria la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Creo firmemente que debemos abocarnos a una reforma responsable de la Constitución vigente, orientada a corregir errores, fortalecer el sistema institucional y consolidar el Estado de derecho.
Una tarea que sí considero prioritaria e impostergable es la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Es imperativo convocar a concursos públicos transparentes para los cargos prorrogados indebidamente. La permanencia de funcionarios más allá del tiempo estipulado por la ley, debido a la omisión de los procesos de selección, constituye una afrenta institucional. No podemos continuar destinando recursos a pagar salarios de autoridades cuya designación no ha sido ni ratificada ni sustituida conforme al marco legal.
Finalmente, expreso mis felicitaciones al presidente Daniel Noboa y a su equipo de trabajo. Les deseo el mayor de los éxitos en esta nueva etapa.
Confío en que, a partir de hoy, la prioridad del Gobierno sea clara y categórica: el bienestar de todos los ecuatorianos.