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Carlos Martínez: La prioridad es la luz

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Pedir al presidente que resuelva todos los problemas que aquejan al país es una expectativa irreal

En conversación con un columnista de este Diario, discutimos extensamente sobre la situación de depresión que atraviesa el país. Aunque todos estamos al tanto de los múltiples problemas que enfrentamos, un factor decisivo ha sido, sin duda, el de los apagones eléctricos y los horarios imprevistos que interrumpen nuestra vida diaria y afectan negativamente a la productividad nacional.

Al observar al presidente condecorar a su padre, me puse a reflexionar sobre todo lo que mi propio padre ha hecho por mí y lo agradecido que estoy por sus enseñanzas. Recordé especialmente uno de los mejores consejos que me ha dado: “Termina lo que empiezas. No dejes proyectos a medias, no dejes las cosas a medio hacer; termina y resuelve los problemas”. Este consejo, aunque parece simple, encierra una gran verdad. No tiene sentido avanzar un proyecto al 80 %; lo verdaderamente importante es finalizar lo que se ha iniciado.

Es comprensible que los ciudadanos a menudo iniciemos múltiples proyectos con el deseo de completarlos todos, pero es muy difícil lograrlo. Pedir al presidente que resuelva todos los problemas del país es una expectativa irreal. Transformar a Ecuador en una nación más segura, competitiva y próspera es un objetivo admirable, pero altamente complejo. En este momento debemos concentrarnos en lo urgente. No podemos exigir más seguridad, más empleo, más inversión extranjera o mejores servicios de salud sin antes resolver el problema básico de la electricidad. Nuestra petición debe ser que el presidente priorice este asunto crucial y nos brinde una solución a corto plazo. No es viable vivir sin luz. Cada día que pasa más personas pierden sus empleos, más empresas se ven obligadas a cerrar, y la seguridad ciudadana se ve comprometida por la falta de funcionamiento de los semáforos y otros sistemas esenciales.

Los ecuatorianos necesitamos una solución a la crisis energética. Si el presidente es reelegido, confío en que podrá abordar los demás problemas estructurales que enfrentamos como país. Pero por ahora lo más importante es concentrarse en resolver el problema de la electricidad. Sin luz no podremos superar los desafíos que se nos presentan. Si logramos resolver este primer y fundamental obstáculo, estoy seguro de que Ecuador podrá comenzar a avanzar hacia una recuperación más sólida y esperanzadora.