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Carlos Alfonso Martínez | Atrapado entre dos amores

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Se encargaron de poner más peajes, gasolineras, más vallas y radares, pero no se preocuparon de hacer más carriles

Como todo guayaquileño quiero mucho a mi ciudad, le deseo lo mejor del mundo y le pido al alcalde Aquiles Álvarez que haga la mejor alcaldía que sus capacidades le permitan; que se preocupe de solucionar los problemas de los ciudadanos y que no desgaste su energía en proyectos innecesarios para Guayaquil, como el nuevo aeropuerto.

Mi otro gran amor es General Villamil, Playas, un balneario precioso, con unas playas espectaculares y el segundo mejor clima del mundo. Su playa de más de 12 kilómetros, vía a Data, es de fantasía. Una pequeña ciudad que puedo visitar con cierta frecuencia y que tiene un gran potencial para el turismo, no solo para el diurno, como se da actualmente.

Cada vez que viajo entre estas dos ciudades me encuentro con un carretero prehistórico, de apenas dos carriles, lo que ya hacía que sea difícil circular con comodidad, pero que ahora resulta mucho más tedioso con todos los tráileres que ocupan uno de esos dos carriles. Por eso mi viaje hoy dura media hora más al ir de Guayaquil a Playas y también al retornar. El intenso tráfico pesado hace casi imposible que el trayecto sea confortable; incluso en el feriado pasado un tráiler se volcó y colapsó un carril. Todo esto ocurre por la falta de planificación en la construcción del nuevo puerto. Se encargaron de poner más peajes, más gasolineras, más vallas publicitarias y más radares, pero no se preocuparon de hacer más carriles, no pensaron en el ciudadano.

Y es que justamente por esa falta de consideración de las autoridades, como ciudadanos debemos exigir más. En este caso tendríamos que exigirle al Ministerio de Obras Públicas que busque una solución. Pagamos el doble de peaje que antes y tenemos un peor servicio. Y la situación no va a mejorar, todo lo contrario: el tráfico se va a complicar porque cada vez más empresas están trasladando sus operaciones al puerto de Posorja (DP World); la carga que antes salía desde el puerto de Guayaquil ahora está yendo hacia allá.

No voy a entrar a opinar si un puerto es mejor que el otro o sobre las diferencias entre el servicio que prestan. Simplemente exijo, como contribuyente y como usuario de la carretera Guayaquil-Playas, que nos den más comodidades a los ciudadanos, con un mayor número de carriles. Ya es hora de que se piense en nuestro confort y seguridad.