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No nos importa nada

Avatar del Catrina Tala

No nos importa que un defensor del pueblo despache desde la cárcel y que haya intentado revocar a la defensora subrogante. No nos interesa porque, seguramente, no sabemos para qué sirve la Defensoría del Pueblo. Lo más probable es que tampoco nos interese saber para qué sirve la Contraloría y mucho menos entender las funciones del contralor, cuyo juicio político se ha dilatado.

No nos importa que los jueces firmen fallos de nulidad a diestra y siniestra de personajes que han demostrado ser peligrosos y contumaces delincuentes. No nos interesa que un equipo de fútbol no haya pagado un crédito del Estado, porque somos hinchas y las emociones nos mueven más que la lógica y la curiosidad. Nos da igual cuáles son las políticas petroleras, mientras tengamos gasolina en el auto.

No nos importa lo que pasa en Quito, seguramente porque no vivimos allí. Y qué más da si la capital está en manos de funcionarios cuestionados. Es más interesante hablar del espectáculo del vaso de agua que un concejal le lanzó a uno de los dos alcaldes en disputa. ¿Alcaldes en disputa? No nos afecta.

No queremos saber si una asambleísta invita a robar ‘bien’. Solo queremos estar en onda en Twitter unas horas. Y si la Asamblea no se hace cargo, no sorprende: de todos modos, lo único que sabemos es que a los asambleístas, como a nosotros, no les importa el bien común. Ni siquiera vimos sus caras, sus nombres o sus propuestas cuando votamos.

Estamos en un coma colectivo. Una abulia provocada por tanta corrupción. No nos interesa lo importante porque no confiamos en que puede resolverse.

No creemos en la justicia y mucho menos en los políticos. Y, lo que es más triste aún, es que hemos devaluado nuestro poder para legitimar lo actuado en democracia y ser verdaderos vigilantes del bienestar de la mayoría, en serio y a largo plazo.

Porque entre menos interés exista en solucionar los problemas, más complicado será el país en el que vivirán nuestros hijos. O quizás no. Quizás a ellos tampoco les importe nada.