César Febres-Cordero Loyola | Andrea y el inmenso vacío entre Luisa y Daniel
Entre los candidatos alternativos y moderados no solo hay falta de liquidez económica, sino una insolvencia política
Cada vez estamos más cerca del 9 de febrero y todavía no aparece la esperada ‘tercera vía’. La expectativa de muchos era que el debate sirviera para catapultar a un tercer contendiente hacia adelante, encaminándolo detrás del presidente-candidato y de la candidata correísta. Sin embargo, para suerte de los punteros, la impresión inicial fue que no hubo un claro ganador. Y eso que nadie necesitaba ganar el debate como un ejercicio dialéctico o retórico. Lo único que había que lograr era destacar más que el resto, diferenciarse, sacarle así sea una cabeza al resto del tropel de catorce colistas.
Pero como ya nos han repetido con mucha razón los sabios y entendidos, poco importa un debate sin su posdebate, que se libra como una batalla en las redes y los chats. Según los cazadores de tendencias, una candidata sí alcanzó a causar impacto entre los usuarios digitales: Andrea González Nader, ingeniera ambiental y compañera de fórmula de Fernando Villavicencio en la elección pasada. Para sorpresa de los sabios y sabidos, González Nader se demoró casi un día en asomar por las redes y ha mostrado relativamente poco interés en capitalizar la atención que ha recibido. Hay quienes lo explican con teorías de pactos, difíciles de demostrar, pero no es necesario llegar tan lejos, basta con notar que la candidata del PSP sufre de la misma falta de recursos que las otras campañas menores. Esa escasez es producto del desánimo y conformismo del empresariado que suele auspiciar aventuras electorales.
Incluso dejando a un lado la traba que le representa su iliquidez en un momento clave para evitar disiparse, González Nader está en una posición delicada: es una anticorreísta compitiendo en una elección que gira en torno al presidente que se metió a una embajada para apresar a Jorge Glas. Es difícil imaginarla desplazando a Noboa. A pesar de eso, no la podemos descontar aún. Entre los candidatos alternativos y moderados no solo hay falta de liquidez económica, sino una insolvencia política impresionante. A lo mejor la mera novedad de González Nader le sirva para captar el voto que le debería corresponder a ellos de entre los indecisos.