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César Febres-Cordero | Asambleístas: se pican y (no) aprenden

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Primero, sacar del CAL a los legisladores que dejen de pertenecer a la bancada por la que fueron electos

El día de ayer la Asamblea decidió enviar de vuelta a comisión un proyecto de reforma a la LOFL. ¿Su contenido? Principalmente una serie de castigos para los camisetazos políticos. ¿Su motivación? La pica. Y, bueno, también el deseo de autopreservación de los partidos. Ambos son instintitos que juntan lindamente a Revolución Ciudadana y a Construye, ya que las dos bancadas han perdido a algunos asambleístas debido a deserciones injustificables.

Del otro lado, el oportunismo en cambio amarra, por ahora, a los beneficiarios del transfuguismo: ADN y el PSC, aunque los socialcristianos hayan perdido también a algunos miembros que se les fueron con el oficialismo. No les ha de importar mucho, aplicando la suma y resta nebotista, al final han de creerse ganadores. O quizá sí les importe el día de la votación final, así como sí les importó en mayo, antes de que hayan anunciado que se les unían asambleístas de Construye y Gente Buena.

¿Qué castigos plantea el proyecto que ha mandado a revisar con las observaciones de un pleno revuelto y algo nervioso, pero jamás avergonzado? Primero, sacar del CAL a los legisladores que dejen de pertenecer a la bancada por la que fueron electos. Es decir, a los expulsados y no solo a los camiseteros. Como el CAL se conforma para reflejar la representación de las distintas bancadas en el pleno, y no tanto para reconocer el mérito particular de sus integrantes (fuera del caso del presidente), la medida resulta razonable. Segundo, y lo que no es aceptable, o al menos impropio en una democracia madura, suspender a los asambleístas que voten en contra de los lineamientos de sus bancadas.

Claro, se hacen excepciones para la separación voluntaria y para la objeción de conciencia, pero eso no hace nada por cambiar el hecho de que los partidos ecuatorianos, organizaciones caudillistas y para nada transparentes, se quieren dar una herramienta para destruir cualquier disidencia responsable y pensamiento autónomo dentro de sus filas. Les dejan solo la separación o la trampa. Y no cuesta imaginarse cómo la objeción de conciencia podría ser abusada en esta circunstancia particular.

Nunca aprenden la lección correcta.