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César Febres-Cordero | Todas las miradas sobre Venezuela

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La causa de la democracia en Venezuela va más allá de la derecha y de la izquierda

Por muchos años la tragedia venezolana ha sido la cachiporra golpeando el tambor con el que la derecha marca su compás cada campaña, asumiendo el rol que antes era de Cuba. Los derechistas pueden llegar a admitir que la austeridad es dura y que los gobiernos por los que han pedido el voto han sido un fracaso, pero nunca sin repetir que la miseria del chavismo siempre será peor. Para el ferviente anticomunista toda izquierda es parte de una gran conspiración, llámese el Foro de São Paulo o el Grupo de Puebla, y por lo tanto, todos los caminos llevan a Venezuela.

Esa perorata nunca fue muy convincente para empezar. Por cada desastre como el del peronismo K de Argentina, por cada decepción como la de Bolivia con Evo, y por cada golpista fracasado como Castillo en Perú, hay un exitoso demócrata como Lula en Brasil o como Mujica y Vázquez en Uruguay. Pero no hace falta tabular los triunfos y fracasos de los gobiernos de izquierda en la región. Solo veamos a nuestro propio país: después de años de advertencias al votante sobre el peligro de convertirnos en Venezuela, hoy por hoy nuestros índices de violencia son mayores acá, y cada mes que pasa nos vamos acercando más al empate con los venezolanos en el número de migrantes que pasan por el Darién.

A pesar de todo eso, no debemos escuchar a las voces de ciertos izquierdistas ecuatorianos, animados más por la pica que por la convicción, que nos dicen que deberíamos ignorar lo que hoy acontece en Venezuela. Primero, porque son unos hipócritas, que se la pasan hablando de la Patria Grande cuando les conviene, pero que ahora se indignan ante la solidaridad que expresan millones de ecuatorianos con sus hermanos venezolanos. Segundo, porque al asumir que no podemos preocuparnos por Venezuela sin ignorar lo que pasa en el Ecuador, insultan la inteligencia de todo un país. Tercero, porque no podemos dejarles pasar a ellos su complicidad con un régimen autoritario y criminal.

La causa de la democracia en Venezuela va más allá de la derecha y de la izquierda, pero nos haría bien recordar quiénes están hoy con el bravo pueblo venezolano y quiénes prefieren hacerle el juego a un tirano.