César Febres-Cordero: Los palos del carpintero
Finalmente, no se puede ignorar la masacre carcelaria de anteayer, que contradice el triunfalismo presidencial
Estos días han sido pesados para el presidente Noboa. Con dos controvertidas victorias sobre sus enemigos, en Carondelet quizá se sientan con ánimos de celebrar, aunque aún pueda ser muy temprano para eso.
A pesar de que la defensa jurídica de Abad se enfrenta a dilatados procesos y juega en una cancha inclinada -como siempre lo es en este país cuando uno se enfrenta a un presidente, excepto cuando dicho presidente juega en contra de sí mismo-, desde ya y por los meses venideros, la Asamblea Nacional bien que podría colocar a la ministra de Trabajo en el banquillo por su sanción a la vicepresidenta. Y quién sabe hasta dónde podría llegar el asunto si el presidente Noboa intenta destituir a Abad en imitación a la forma en que Moreno lo hizo con Glas: esperando a que fenezcan los 90 días de ausencia temporal y sacándola de oficio.
En el caso de Topic, hay quienes piensan que Noboa es el beneficiario de su eliminación. Hasta ahora, no hay evidencia de aquello. El voto de Topic, personaje duramente criticado por los anticorreístas, difícilmente pudo haber salido todo del voto de Noboa (cobijado por el estandarte anticorreísta) y, aunque hubiese sido así, eso no es garantía de que vuelva con él. Podría ser que el voto de Topic sea uno de insatisfacción con el Gobierno y con la oposición legislativa (Topic no tiene bancada, sino una desertora de Avanza), y ese votante buscaría primero a una nueva opción alternativa. También es posible que los partidarios de Topic se sientan personalmente violentados en sus derechos por el presidente, lo cual podría ser muy grave si se llegara a formar una seria coalición electoral anti-Noboa.
Una victoria más segura, aunque todavía de magnitud incierta, es la de la aprobación para la venta de energía en Colombia, por lo que la ministra Manzano merece sobrias pero sinceras felicitaciones.
Finalmente, no se puede ignorar la masacre carcelaria de anteayer, que contradice el triunfalismo presidencial en torno al tema de las prisiones. Esta última tragedia no debería ser una sorpresa para nadie, teniendo en cuenta que tres directores carcelarios fueron asesinados solo durante el primer semestre de este año.