César Febres-Cordero: Primera libreta del joven presidente

Este 8 de abril se dará fin al estado de excepción. Con él se acabará el toque de queda, una medida que nadie va extrañar. También se extinguirán otras facultades extraordinarias del Gobierno a las que el público les presta poca atención.

Lo que realmente preocupa a la gente es la continuación de la presencia de los militares en las calles y en las cárceles, la cual en principio debería terminar al mismo tiempo que el estado de excepción. Pero estos no son tiempos normales. Hasta la Corte Constitucional lo admite y, si hemos entendido bien su oráculo del Dictamen 1-24-EE/24, ha autorizado mantener a las tropas desplegadas.

No parece, sin embargo, que esto le haya prestado confianza al Gobierno. Después de todo, la Corte le recordó que su guerra solo es tal por la fuerza de los hechos y no por la autoridad de un decreto, mientras que cinco votos concurrentes enfatizaron que no encontraban justificación en el Decreto 111 para admitir la existencia de un conflicto armado.

En vista de eso, la ministra Palencia ha reconocido que el Gobierno está en busca de salidas jurídicas. Un trabajo nada fácil cuando solo disponen de unos cuantos días. Lo que es peor, todo ese trabajo podría significar poco para el presidente si las estrellas no se vuelven a alinear.

La consulta podría significar un fuerte revés si no la ganan con la contundencia esperada, y si la ganan tendrán que enfrentarse a las expectativas de la población por ver algo a cambio de su voto. Además, de nada le servirá poner a marchar a sus huestes sin los recursos que necesitan para luchar, y los fondos que esperan destinar para eso se desvanecerán si la Corte dictamina en favor de las acciones presentadas por la Cámara de Comercio y por el correísmo (sí, en ese orden llegaron).

Pero antes de eso, el Gobierno debe prepararse para defender su gestión hasta ahora. La prensa y la oposición llevan semanas haciendo eco de las cifras y hechos que ponen en duda la efectividad del estado de excepción: las nuevas masacres, el aumento de la extorsión y el bajo porcentaje de detenidos que terminan siendo procesados.

El 8 de abril se acaba el trimestre y en Carondelet tendrán que mostrar sus notas.