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César Febres-Cordero: La suerte de Eckenner

Avatar del César Febres-Cordero Loyola

¿Por qué Noboa pondría como su virtual representante en el CAL a un hombre que le debe mucho más a sus contrapartes en el pacto que a él mismo?

Hoy se inaugura un nuevo gobierno, pero la luz de su primer amanecer lo descubre arropado en las sábanas con viejos cucos. La Asamblea Nacional que lo posesiona también está envuelta en embrollos.

El Consejo de Administración Legislativa tiene como miembro a Eckenner Recalde, quien casi fue expulsado por la anterior Asamblea, y como presidente a Henry Kronfle, que votó para acoger el informe que recomendaba su destitución.

El honorable Recalde regresó a la Asamblea como candidato del movimiento oficialista ADN, pero hace dos años se estaba pasando de las filas de la Izquierda Democrática a la órbita de la Revolución Ciudadana, que lo salvó con sus abstenciones.

¿Cómo justifican su voto para elevarlo al organismo más importante del Legislativo los que hace poco consideraron creíbles las denuncias contra él, nada menos que por cobro de diezmos? ¿Por qué Noboa pondría como su virtual representante en el CAL a un hombre que le debe mucho más a sus contrapartes en el pacto que a él mismo? Esas interrogantes nos llevan a preguntarnos algo aun más importante: ¿a dónde fue a parar la vergüenza? Quizá les tocó dejarla en la puerta, en la misma canasta que los celulares, cuando negociaron el gran pacto legislativo. Preocupa mucho que con tal decisión parezca que los delegados de Noboa también entregaron el sentido común, el miedo y la astucia.

El resto no se libra. Aunque ahora todo el mundo se quiere sentar en la mesa del reparto, figuras oficialmente ajenas a las tres partes del pacto también componen la cohorte de la desvergüenza que votó, como Kronfle, para la destitución de Recalde, pero también para nombrarlo segundo vicepresidente. Entre ellos figuran Pedro Velasco, de Avanza, y Sofía Sánchez, de Gente Buena.

Incluso quienes hasta ahora se mantienen afuera de la jugada, como varios de los legisladores de Construye, también se prestaron para la rehabilitación de Recalde. Aunque no hayan estado en la anterior legislatura, su difunto líder, Fernando Villavicencio, sí estuvo ahí y votó por la destitución.

Mientras más de cerca se examina el asunto, más uno se indigna. Tal parece que este año la suerte se la han llevado toda los políticos.