César Febres-Cordero | Topic: un candidato en perspectiva
Topic debe pensar en cómo zafarse desde ya de su pasado (y presente) con su grupo familiar
Si bien el debilitamiento del presidente Noboa ha removido de base al proceso electoral en ciernes, esta elección no puede ser analizada simplemente desde la perspectiva de cómo le va a él. Primero, porque no es difícil imaginarse un escenario en el que Noboa se equivoca hasta la victoria, tan solo porque sus rivales erraron más y peor. Segundo, porque la caída de Noboa no implica el ascenso de ningún candidato en particular.
Si bien la intuición nos dice que Topic sería el más favorecido por el descenso de Noboa, ya que igual que el presidente está hacia la derecha y hace énfasis en la seguridad, no podemos ignorar que Topic tiene una complicada historia con el correísmo, mientras que Noboa ocupa el espacio anticorreísta. Si, por otro lado, Topic quiere crecer en el vacío que hay entre los polos del correísmo y anticorreísmo, ahí enfrentará no solo a un buen número de rivales, sino también algunas de las mismas taras y limitaciones que estrangularon su crecimiento el año pasado.
Algunos analistas como Jacobo García ya han observado que a Topic le cuesta zafarse de su imagen de ‘Rambo de Sambo’ en un momento en que la economía y los cortes de luz distraen a la atención pública de su usual preocupación por la inseguridad. Aunque el príncipe de la fibra óptica no hable de la delincuencia ni se muestre armado, cuando se presenta escalando un nevado o goleando a un cartón, no hace mucho más que reforzar su imagen de macho. A lo mejor en algo cuentan esos videos como una respuesta a los ataques de Noboa, pero eso tampoco basta: ser oposición de un gobierno impopular no es ninguna garantía de popularidad duradera, como ya lo saben algunos de los enemigos de Lasso.
Topic debe pensar en cómo zafarse desde ya de su pasado (y presente) con su grupo familiar: los radares, las relaciones con Glas, las cámaras de videovigilancia y quién sabe qué más. Los ataques contra él, más que dañar su imagen, lo pueden desenfocar demasiado de la presentación de sus propuestas, obligándolo a pelear solo en la defensiva, algo que ya le costó caro en el último tramo de la elección pasada a él y a otros candidatos que rápidamente se desinflaron.