Claudia Tobar: Adiós jubilación, hola renacimiento
Quizás a los 65 años, en lugar de tener menos energía, tienes más claras las prioridades
Hace 50 años, llegar a los 65 años era muy diferente. Hace medio siglo, alcanzar la edad de jubilación significaba que ya habías dado todo en términos de productividad, probablemente como un empleado fiel de una sola empresa, y ahora era momento de retirarse y descansar. Hoy, en el 2024, con una esperanza de vida mundial promedio de 76 años, sabemos que a los 65 todavía hay mucho por dar y recibir.
Quizás a los 65 años, en lugar de tener menos energía, tienes más claras las prioridades. Tal vez, en vez de tener menos trabajo, tienes más experiencia para ser más estratégico en cómo dedicas tu tiempo. Normalicemos que a los 65 años, en lugar de que la gente se jubile, empiece una nueva vida, llena de sabiduría y claridad sobre lo que más valoramos. A esta edad, donde los nietos empiezan a llenar nuestra vida de alegrías, quizás es el mejor momento para mirar atrás y reconocer que el dinero no compra el tiempo y que la belleza física tiene fecha de caducidad.
Si tuviéramos el tiempo y la energía para hacer más de lo que queremos y menos de lo que debemos, planificaríamos nuestra jubilación de manera diferente. Empezaríamos la etapa del renacimiento, un renacer con un enfoque distinto. Reflexionaríamos sobre el poder que le dimos al ego durante muchos años, cómo permitimos que el dinero gobernara nuestra vida y cómo dejamos que el recurso más valioso que teníamos, entregado gratis cada día, lo tomáramos por sentado: el tiempo. Ahora, con menos tiempo por delante que camino recorrido, tienes el poder de cambiar. De disfrutar de un café con un amigo, de una buena siesta, de armar bloques con un niño, de una caminata mientras aprecias el paisaje, y mucho de eso es prácticamente gratis.
Con mejor acceso a la medicina y un estilo de vida más saludable, todos los jóvenes deseamos llegar a la etapa del renacimiento con la ilusión de haber acumulado la sabiduría y el desapego necesarios para ver lo bueno de la vida. Rodeados de amigos que comparten nuestra nueva lista de prioridades, puede comenzar la mejor etapa de la vida.