Claudia Tobar | Diciembre: a gastar se ha dicho
Los intereses asociados al diferimiento aumentan el costo final de cada producto, incluyendo los regalos
Llega este hermoso mes navideño, lleno de nostalgia, alegría y la ilusión de reunirnos con nuestros seres queridos. Sin embargo, diciembre también es un mes de gran impacto para las finanzas personales. En Ecuador, dos factores influyen directamente en nuestro bolsillo durante esta temporada. El primero es el decimotercer sueldo, un bono extraordinario que, bien utilizado, podría transformar las finanzas personales de los ecuatorianos. Con una planificación financiera adecuada, este ingreso adicional puede ser una herramienta poderosa para adelantar pagos de deudas, liquidarlas por completo o, en el caso de no tener compromisos financieros, cubrir gastos de manera responsable sin necesidad de diferir compras. El segundo gran fenómeno que impacta nuestros presupuestos es la Navidad. Este evento, que no dura un solo día, sino prácticamente todo el mes, nos pone en modo ‘gasto’. En promedio, las personas gastan un 48 % más en diciembre, y el 50 % de los ecuatorianos destinan la totalidad de su decimotercer sueldo a estas celebraciones. Lo preocupante es que un 35 % de las compras en esta época son impulsivas. Además, el 45 % de las personas difieren sus compras navideñas, lo que, aunque no es inherentemente malo, puede ser problemático si todas las compras se manejan de esta forma.
Los intereses asociados al diferimiento aumentan el costo final de cada producto, incluyendo los regalos. Por otro lado, las ofertas de ‘meses de gracia’ suelen dar la falsa sensación de alivio, cuando en realidad solo aplazan la responsabilidad de pago.
Este mes deberíamos priorizar una planificación más consciente: pagar al contado siempre que sea posible, optar por regalos creativos que incluyan experiencias o manualidades, y, sobre todo, pensar en el impacto que nuestros gastos tendrán en los próximos meses.
Antes de gastar sin medida hoy, reflexiona: ¿cómo se verá tu estado de cuenta en enero, febrero o marzo? La presión financiera que te impones ahora puede ser evitada con decisiones más responsables.