Claudia Tobar: El tiempo vale oro
Ese momento se construye, buscando oportunidades donde otros no las ven y estando abiertos a posibilidades
El tiempo es el recurso más valioso que una persona puede gastar (Theophrastus). No importa quién eres, el dinero o la edad que tengas, todos tenemos 24 horas en un día. Ese recurso que se nos ha otorgado a todos por igual nos ofrece la oportunidad de hacer maravillosos proyectos. Para muchos, el momento perfecto para emprender un proyecto, hacer un cambio, estudiar o casarse nunca llega. Ese momento perfecto es relativo; probablemente las condiciones ideales nunca se darán tal como planeamos. La persona inteligente usa este recurso valioso a su favor, aprovechando el tiempo para equivocarse rápido y corregir pronto, sin esperar el momento perfecto.
¿Cómo determinar si estamos usando el tiempo de manera efectiva? Es algo relativo. En ciertas etapas de la vida, la mejor inversión puede ser dedicarlo a trabajar y construir patrimonio cuando somos más productivos, lo que nos permitirá luego disfrutar de más tiempo en familia. Para otros, será un equilibrio entre trabajo y familia. La realidad radica en la evaluación que hacemos de esa inversión. No podemos juzgar a quien trabajó toda su vida como alguien que malgastó su tiempo, ya que puede haber dedicado su vida a cambiar la vida de millones de personas. De igual forma, otra persona que dedicó su tiempo al descanso y sus ‘hobbies’ puede no haber logrado libertad financiera para disfrutarlo plenamente. El balance es nuevamente la clave en esta disyuntiva.
Las personas que logran construir proyectos, recuerdos, experiencias y legados con el mismo tiempo que otros, lo deben a su intención. Son conscientes del valor del tiempo, entienden su importancia y deciden usarlo proactivamente, sin esperar el mejor momento. Ese momento se construye, buscando oportunidades donde otros no las ven y estando abiertos a posibilidades. La inteligencia para esta inversión reside en la capacidad de perder el miedo a intentarlo. Debemos evaluar constantemente nuestros resultados, recalibrar y volver a intentarlo. Para saber si estamos invirtiendo nuestro recurso más valioso de forma correcta debemos preguntarnos: si hoy fuera mi último día, ¿qué me habría gustado hacer más, aprender más, disfrutar más? Si tu lista es larga o corta, sal hoy a buscarla mientras puedas.