Claudia Tobar Cordovez | La inversión más inteligente
Que no se nos pase la vida y perdamos la oportunidad de invertir en lo que importa: el tiempo en familia
Se habla mucho de la inversión de dinero, de oportunidades de negocios, de bienes raíces e incluso de las inversiones complejas como las criptomonedas. Sin embargo, rara vez se menciona una inversión que es mucho más inteligente y valiosa: invertir en los seres queridos. En este tipo de inversión pocos ven el retorno, y cuando se dan cuenta de su potencial, con frecuencia es muy tarde. La realidad es que cuando nos llega la hora de irnos de este mundo no hay jubilación, tierras ni propiedades que podamos llevarnos con nosotros. ¿Cuál es el hombre más rico que entra al cielo? Me pregunto… ¿Aquel que tuvo la sabiduría de acumular riqueza, o aquel que tiene menos remordimientos de lo que no hizo, no alcanzó, por acumular esa riqueza?
Soy partidaria del ahorro, de la planificación financiera y de pensar a futuro, pero existe una delgada línea en donde debemos ser más conscientes de que vida hay solo una. Lo curioso es que es el mismo dinero el que nos da la posibilidad de comprar tiempo. La planificación financiera permite poder parar y entender que hay momentos que no vuelven, y que existe una oportunidad de oro para poder dedicarle tiempo a algo que tiene fecha de expiración.
A los hijos los tenemos prestados apenas 18 años, lo cual, en la nueva expectativa de vida promedio, es menos que un cuarto de su vida. Esos años de dependencia, de risas, enojos y vínculos no volverán. La nostalgia que nos invade cuando nos damos cuenta de que esos años no regresan es desgarradora y no puede ser comprada con ninguna cifra monetaria. Solo quienes han vivido de cerca la pérdida de un familiar querido saben el vacío que deja su ausencia y cómo darían todo por un momento más.
Que no se nos pase la vida y perdamos la oportunidad de invertir en lo que importa: el tiempo en familia. En nuestro viaje al más allá, la billetera irá vacía, pero asegurémonos de que el corazón vaya lleno. Separemos un poco de tiempo para los que nos rodean, ya que poco sabemos cuánto tiempo nos queda para cobrar el retorno de esa valiosa inversión.
