Cómo logró Alemania contener al coronavirus
A la presentación oportuna de información sobre el virus hay que complementarla con un debate público y abierto.
Muchos presentan a Alemania como ejemplo de buen manejo de la pandemia de COVID-19. Logramos evitar que nuestro sistema sanitario se viera desbordado, el aplanamiento de la curva de contagios es evidente, y la proporción de casos graves y muertes en Alemania es menor que en muchos otros países.
Aprendamos la lección
Leer másAlemania está atravesando esta crisis relativamente bien, por ahora, porque la crisis encontró al sistema sanitario en buenas condiciones, y todos han tenido acceso pleno a atención médica. Es un sistema construido a lo largo de muchos gobiernos. La disponibilidad de una excelente red de médicos de cabecera para tratar los casos más benignos permitió a los hospitales concentrarse en los más graves.
Alemania al no haber sido el primer país afectado por el virus tuvo tiempo para prepararse. Tomamos la amenaza de COVID-19 en serio desde el principio y aumentamos la capacidad de salas de UCI de 12.000 camas a 40.000 en muy poco tiempo. Además, en Alemania hay muchos laboratorios capaces de hacer testeos del virus y muchos investigadores prestigiosos; tal vez eso explique por qué el primer test rápido de COVID-19 se desarrolló aquí.
El testeo a gran escala es como encender una linterna en la oscuridad y en un brote contagioso no se puede controlar lo que no se ve. No hemos impuesto un toque de queda nacional, pero hemos pedido a la ciudadanía que se quede voluntariamente en casa. Hemos vivido dos meses de severas restricciones a la vida pública y privada, medidas necesarias y eficaces.
A la presentación oportuna de información sobre el virus hay que complementarla con un debate público y abierto y con una hoja de ruta hacia la recuperación.
El orden internacional pos-Covid 19
Leer másPero no es posible pasar por alto las consecuencias del cierre de actividades y por eso estamos tratando de regresar gradualmente a la normalidad. El peligro que supone una segunda ola epidémica es indudable, por eso no bajamos la guardia. Es crucial que los gobiernos digan a la población lo que saben y lo que ignoran.
Es el único modo de crear la confianza necesaria para combatir un virus letal en una sociedad democrática. Ninguna democracia puede cambiar las conductas de sus ciudadanos a la fuerza y sin incurrir en grandes costos. Para implementar una respuesta colectiva coordinada, la transparencia e información precisa son mucho más eficaces que la coerción.
La presentación oportuna de información sobre el virus hay que complementarla con un debate público y abierto y con una hoja de ruta hacia la recuperación. Por estar informada, la ciudadanía alemana sabe que no es posible un regreso a la normalidad mientras no exista vacuna. Nuestra fórmula para la nueva rutina diaria es buscar tanta normalidad como sea posible con tanta protección como sea necesaria.
Covid-19: una bomba de tiempo de ‘defaults’
Leer másNuestras decisiones deben basarse en evidencia y poner acento en reducir el riesgo de contagio. El distanciamiento social es la medida de protección más eficaz (al menos un metro y medio entre personas) y el cumplimiento de medidas básicas de higiene. La pandemia mostró por qué un mundo interconectado necesita mecanismos de gestión de crisis de nivel global, pero ofrece oportunidades: un nuevo sentido de comunidad, más voluntad de ayudar y flexibilidad y creatividad renovadas.
Las consecuencias de la pandemia a mediano plazo serán duras. Pero estoy optimista. En Alemania y en otros lugares, somos testigos de lo que son capaces de hacer las democracias liberales y las ciudadanías.