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Todd G. Buchholz: ¿Inflación? Dejen a la economía de pequeños encargos combatirla

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Las agencias regulatorias han aplicado mano dura a los trabajadores de la economía de los pequeños encargos y sus socios

Las empresas y trabajadores de la economía de pequeños encargos son una suerte de magos y alquimistas... pero con trucos reales. Aunque los físicos aseguran que no es posible crear materia, la economía de pequeños encargos -también llamada economía bajo demanda o de bolos- conjura nuevos suministros de cosas, flexibilizando a la economía en su conjunto y combatiendo la inflación

Es una pena que tantos gobiernos no lo reconozcan e intenten aplastar a sus trabajadores con un comportamiento similar al que aplicaron los papas medievales a magos y herejes. Los trabajadores de la economía de pequeños encargos merecen que se les reconozca por crear un nuevo tipo de economía del lado de la oferta: durante más de un siglo los textos de economía han incluido a la función de producción, que explica que el producto depende de insumos como la tierra, el trabajo, el capital y la tecnología; pero estos trabajadores manipularon al modelo en busca de formas de aumentar la oferta de insumos: nos referimos al uso de recursos ociosos. 

Una habitación vacía en la casa de alguien no incide sobre el PBI, pero cuando la ofrecen en alquiler a través de plataformas como Airbnb y Vrbo, aumenta la oferta de bienes raíces. Del mismo modo, un automóvil puede estar estacionado en un garaje, fuera de la función de producción, pero si su dueño activa un interruptor etiquetado como Uber o Lyft, aumenta la oferta de capital móvil. 

Esos micromovimientos pueden disuadir a las empresas convencionales de subir los precios. En una época en que las diabluras monetarias pueden alimentar la inflación, la flexibilidad de los trabajadores de la economía de pequeños encargos ofrece a la economía la posibilidad de amortiguar los impactos. Ahora incluso hay empresas como Dozr que alquilan equipamiento pesado en el momento, hasta para su uso fuera del horario laboral

En la agricultura, la aplicación FarmPost permite a los agricultores buscar jornaleros: un enfoque mucho más eficiente que dar vueltas por el estacionamiento de una tienda departamental con una camioneta en busca de mano de obra disponible, y la lista continúa... En última instancia, la flexibilidad aumenta la oferta, incluida la mano de obra. 

Un tercio de los trabajadores estadounidenses participa de alguna manera en tareas independientes, y más del 90 % de los contratistas independientes afirman que no desean acuerdos de tipo tradicional. Sin embargo, parece que en Estados Unidos al Departamento de Trabajo y muchas legislaturas estatales no les gusta ese tipo de magia. 

Los burócratas prefieren el estancamiento al movimiento: es más fácil controlar a un empleado a tiempo completo que a alguien que prefiere ser contratista independiente por la mañana, jubilado al mediodía y empleado a tiempo parcial cuando cae el sol. Resulta extremadamente irónico que políticos y activistas que promocionan la importancia del equilibrio entre vida personal y laboral impongan rigideces a las personas y a la economía. Debieran flexibilizar la regulación de las compensaciones para alentar a las empresas a ofrecerles beneficios. Perseguirlos es como perseguir a los magos: poco sensato y pasado de moda. Es hora de que los reguladores abracen la magia de los pequeños encargos, de lo contrario se arriesgan a convertir al oro en plomo.