El juicio a Putin empieza ahora

Investigar y juzgar un crimen de agresión es relativamente fácil. Su definición legal se aplica a toda persona que planea, prepara, inicia o ejecuta una política de agresión. Un grupo de juristas estadounidenses ya ha hecho un trabajo de documentación impresionante respecto de posibles actos de agresión de Putin, desde la decisión en 2014 de anexarse Crimea
El mundo ha respondido a la invasión rusa de Ucrania con sanciones, prohibiciones de viaje y entregas de ayuda humanitaria y militar, todo lo cual se ha ido incrementando conforme los crímenes de guerra del presidente ruso Vladímir Putin cobran cada día más vidas. Ahora que el coraje y la solidaridad del pueblo ucraniano han despertado la conciencia colectiva de Europa y de buena parte del mundo, crece la presión para que estas medidas se complementen con acusaciones penales contra Putin y sus colaboradores más cercanos. Hay un ímpetu internacional en tal sentido. Unos 140 importantes juristas y exdirigentes han emitido una declaración de apoyo a un «tribunal especial para el castigo del crimen de agresión contra Ucrania», una idea propuesta originalmente por Philippe Sands, del University College de Londres. La procuradora general de Ucrania ha anunciado que está recopilando pruebas de crímenes de guerra cometidos por Putin y sus fuerzas, y las autoridades legales de Alemania y Polonia han iniciado investigaciones propias. La justicia española trabaja en la recolección de pruebas para un pedido internacional de arresto contra miembros del círculo íntimo de Putin, como se hizo hace 20 años para llevar ante los tribunales al exdictador chileno Augusto Pinochet. En respuesta a pedidos de al menos 39 países, el fiscal principal de la Corte Penal Internacional ha decidido iniciar una investigación por crímenes de guerra y contra la humanidad en Ucrania (la CPI no puede juzgar a Rusia por el crimen de agresión). Y Michelle Bachelet, alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos ha anunciado que una comisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU se encargará de preparar un expediente con pruebas de crímenes contra la humanidad, de guerra y de agresión. El representante legal designado por Rusia ante la Corte Internacional de Justicia renunció, y declaró: «Todo tiene un límite. Se me ha vuelto imposible representar a un país que desprecia la ley con semejante cinismo». Dada la gravedad de los crímenes de Putin la prioridad es actuar con rapidez. El mundo tiene que transmitir al pueblo de Ucrania el mensaje de que no se quedará de brazos cruzados, y a los miembros de la clase dirigente rusa, que no habrá impunidad para quien ayude a sostener la guerra de agresión de Putin, y que lo mejor que pueden hacer es distanciarse del régimen y comenzar a entregar pruebas. Podemos crear ya una oficina interina para investigar todos los incidentes que puedan constituir crimen de agresión; designar un fiscal interino para recopilar pruebas y analizar la naturaleza de la acusación, la cuestión de la inmunidad y las reglas procedimentales. No necesita estar formada por más de diez personas y con apoyo financiero de uno o dos gobiernos puede colaborar con la CPI en investigaciones complementarias. Nuestra tarea hoy es trazar una línea entre quienes ven el mundo como una lucha incesante entre nosotros y ellos, y quienes creen que la humanidad es una sola. Iniciando el proceso de investigación, documentación y enjuiciamiento de los crímenes de Rusia contra el derecho internacional, podemos dar a los ucranianos (y al mundo) una esperanza realista en que se hará justicia y se reconocerá nuestra humanidad compartida