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Sonali Johnson: Cómo lograr la atención universal del cáncer

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La atención oncológica integral es fundamental para alcanzar los objetivos de desarrollo social relacionados con la igualdad, la justicia social

Durante la segunda Reunión de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre la Cobertura Sanitaria Universal (CSU) se espera que los gobiernos del mundo adopten un nuevo conjunto de compromisos centrado en acelerar su implementación. La resolución no será completa si no incluye explícitamente a los servicios integrales para el cáncer. Se estima que al año mueren 10 millones de personas por cáncer. Más allá del sufrimiento humano, es una enfermedad con profundas y crecientes consecuencias económicas: para 2030 el gasto en atención oncológica llegaría a $ 458. 000 millones. En muchos países los pacientes deben pagar gran parte de la atención oncológica en forma directa, carga que a menudo deriva en catástrofe financiera. Invertir en estrategias de detección temprana y prevención eficiente constituye un imperativo moral y económico. La prevención es mucho más barata que los tratamientos y, cuando no es posible evitar el cáncer, su detección temprana aumenta la probabilidad de que los tratamientos resulten exitosos y los costos mucho menores. También son fundamentales los cuidados paliativos, que alivian el sufrimiento innecesario de los pacientes, sus familiares y cuidadores, y ofrecen a los sobrevivientes planes para mantener buena salud. Tras la pandemia -que trastornó significativamente los servicios de cuidados paliativos- y con una cantidad cada vez mayor de sobrevivientes de cáncer en todo el mundo, es necesario invertir con urgencia en ambas áreas. Así como las metas sin planes son solo deseos, los planes sin recursos específicos no hacen más que acumular polvo. A menos que los servicios oncológicos esenciales estén cubiertos por esquemas básicos de cobertura médica, seguirán siendo inaccesibles o inasequibles para muchos de quienes los necesitan. Y cuando la cobertura de salud existe, es fundamental limitar los pagos directos de los pacientes. Los pacientes oncológicos suelen utilizar el máximo de los montos deducibles poco después del diagnóstico debido a la gran cantidad de pruebas y procedimientos a los que deben someterse, pero los tratamientos suelen extenderse durante meses o años, y requieren numerosas consultas a médicos, pruebas, cirugías, tratamientos de radiación, medicamentos y otros servicios. Una estrategia nacional eficaz para control del cáncer debe reflejar la comprensión de los detalles vinculados con la relación entre costos y eficacia, que incluya costos iniciales, ahorros en el largo plazo -considerando las mejoras en la calidad de vida y el aumento de la productividad- y el compromiso de ocuparse de la enfermedad y de la experiencia holística de cada persona, así como la firme determinación de eliminar barreras financieras y culturales que impiden el tratamiento y diagnóstico tempranos. La Reunión de Alto Nivel de la ONU ofrece una rara oportunidad para lograr que la atención oncológica escale posiciones en la agenda mundial de la CSU. Celebramos que se haya hecho referencia al cáncer en el borrador de su resolución, pero los gobiernos no deben quedarse en nobles promesas y compromisos verbales, solo las acciones concretas para implementar la CSU que incluyan servicios oncológicos de calidad y consideren las necesidades diversas de las poblaciones en los distintos estratos económicos y regiones, pueden garantizar que la atención del cáncer no se convierta en la pieza perdida del rompecabezas de la salud mundial.