Carmen Ojeda: ¿Cómo aumentar la autoestima en los niños?
...comienzan a pensar y sentir de forma negativa y poco realista de ellos mismos
La autoestima es la forma en la que pensamos y sentimos acerca de nosotros mismos y es, a la vez, una pieza clave para comprender la forma en la que nos comportamos y la motivación que tenemos para desempeñarnos en los distintos ámbitos de nuestra vida. En el caso de los niños estos ámbitos son, fundamentalmente, la familia, la escuela, las relaciones sociales, así como todos los desafíos que día a día se les presentan.
Los niños desarrollan una baja autoestima, es decir, comienzan a pensar y sentir de forma negativa y poco realista de ellos mismos, debido a experiencias de vida que han atravesado, lo que otros dicen acerca de ellos, los mensajes que les da la sociedad, entre otros factores, y por todo esto pueden comenzar a actuar de forma autodestructiva. Aquí radica la importancia de prestar atención al desarrollo de una autoestima positiva en los niños, para lo que queremos aportar algunos consejos que pueden servir.
Es importante ayudar a que los niños desarrollen un sentido de competencia personal, permitiéndoles aprender a hacer cosas por ellos mismos, lo que les concede autonomía y autoeficacia. También puede ser útil felicitarlos por sus esfuerzos, así como ser francos y sinceros cuando han fallado, recalcándoles que a todos nos pasa y que la próxima vez podrán hacerlo mejor. Es muy recomendable no ser excesivamente críticos con ellos, las palabras crueles y negativas pueden dañar seriamente su autoestima; en lugar de ello hay que mostrarles delicadamente sus errores y corregirlos con amor. También es valioso ayudarlos a reconocer sus fortalezas, talentos y cualidades positivas, ayudándolos a alcanzar un equilibrio entre sus errores y sus aciertos. Por último, la mejor forma de enseñar a un niño es con el ejemplo. Los adultos del entorno familiar deberán esforzarse por modelar una sana autoestima, evitar las críticas excesivas entre los miembros de la familia, así como promover la aceptación incondicional y la confianza con cada uno y entre ellos.
Cuando el impacto de la baja autoestima en un niño empieza a obstaculizar su normal adaptación a sus diversos ámbitos de desarrollo, será muy oportuno recurrir a la ayuda profesional especializada.