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Carmen Ojeda | ¿Cómo abordar la ansiedad en los niños?

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Aunque lo normal que tienden los padres a hacer es ayudar a los niños a evitar o escapar de situaciones que lo angustian,...

Es natural que los niños tengan miedo o preocupaciones, incluso que puedan sentir verdadera angustia ante algunas situaciones, por ejemplo, separarse de sus padres, verse rodeados de personas desconocidas, tener contacto con un animal que les cause temor, entre muchas otras. Cuando estos miedos no se superan progresivamente con el crecimiento, es decir, se vuelven persistentes, extremos y comienzan a interferir en las actividades escolares, en la casa o en el juego, podríamos encontrarnos frente a un trastorno de ansiedad.

La ansiedad se manifiesta en los niños pequeños como una constante preocupación sobre algo en específico, o en algunos casos por muchas cosas a la vez. Sin embargo, no es común que los niños comuniquen estas preocupaciones, por lo que debemos estar atentos a otras señales físicas, emocionales y/o conductuales que nos lo puedan revelar, por ejemplo, quejas recurrentes sobre dolor en el estómago o la cabeza, tensión muscular, inquietud o irritabilidad, llorar fácilmente, tener pesadillas, negarse a ir a la escuela, evitar el contacto social, preguntar constantemente ¿y si…? (revelando miedo al futuro), entre otras.

Aunque lo más normal que tienden los padres a hacer en estos casos es ayudar a los niños a evitar o escapar de las situaciones que lo angustian, es necesario decir que esto solo contribuye a que la ansiedad empeore. Lo que podemos hacer para abordarla de una mejor manera es comprender y ayudar a comprender al niño que el objetivo no es eliminar la ansiedad sino aprender a tolerarla y funcionar con ella lo mejor que se pueda; a la vez que escuchamos sus temores siendo realmente empáticos, le enseñamos que sentir ansiedad no nos obliga a actuar movidos por la ansiedad, sino que podemos poco a poco gestionar nuestras emociones en lugar de evitar las cosas que las causan.

En aquellos casos más crónicos es recomendable acudir a la atención profesional en busca de ayuda, ya que mediante la psicoterapia especializada el niño puede aprender a hacer frente a sus síntomas mediante diferentes técnicas psicológicas que le permitan adaptarse mejor en sus diversos contextos.