Carmen Ojeda: ¿Qué es la bipolaridad?
El trastorno bipolar es una afección de por vida y el tratamiento principal consiste en medicamentos y terapia psicológica
Cada vez se hace más común oír hablar de algunos diagnósticos psiquiátricos, entre ellos el trastorno bipolar (TB); sin embargo, no siempre sabemos a ciencia cierta de qué se trata y qué podemos hacer cuando alguien en nuestro entorno lo presenta.
El trastorno bipolar es un trastorno mental que causa cambios extremos en el estado de ánimo, que comprenden altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión). La manía es un período de intensa energía con estado de ánimo elevado, expansivo o irritable, donde es difícil conciliar el sueño, mantener la concentración o terminar las cosas. Los episodios depresivos, en cambio, contienen síntomas como estado de ánimo deprimido, pérdida de interés o placer, alteraciones del sueño y apetito, baja energía, entre otros, que son lo suficientemente graves para causar dificultades evidentes en las actividades cotidianas.
El trastorno bipolar es una afección de por vida y el tratamiento principal consiste en medicamentos y terapia psicológica (psicoterapia) para controlar los síntomas, reducir la intensidad, frecuencia y consecuencias de los episodios de depresión o manía, así como mejorar la funcionalidad y la calidad de vida.
No es difícil imaginar lo complicado que es para una persona presentar TB, ya que su inestabilidad emocional altera su vida y la de sus seres queridos. Por esto es importante que las personas del entorno sepamos qué hacer y cómo reaccionar. Ante una subida, será muy conveniente estar atentos a las señales de alerta de que se avecina una recaída, ya que será el momento de recurrir a los medicamentos y las medidas pautados por el psiquiatra y el psicólogo en el plan de emergencia, lo que incluirá aumentar las horas de sueño, limitar las actividades, reducir el consumo de bebidas energéticas, la exposición a ambientes estimulantes, entre las principales. Ante un episodio depresivo será necesario dormir un máximo de ocho horas, incrementar el nivel de actividad, realizar ejercicio físico, fomentar el contacto con familia y amigos, no automedicarse y buscar ayuda de ser necesario. La familia y allegados son piezas clave en el manejo de este trastorno y un medio privilegiado para que estos pacientes puedan seguir llevando una vida plena.