Claudia Tobar: Empresas con propósito

Desde 2017 el movimiento está presente en Ecuador y son ya 25 las empresas certificadas y decenas más en proceso
Históricamente, el éxito de una empresa se medía principalmente por sus ganancias: a más ingreso, mayor prestigio y valoración. En nuestro desarrollo como humanidad, también hemos desarrollado nuevas métricas de éxito. Una empresa exitosa puede ser una con ganancias y responsable de su entorno social y ambiental. Este enfoque ha dado lugar al concepto de empresa de triple impacto, que equilibra beneficio económico con bienestar social y ambiental; empresas que se comprometen a cambiar su gobernanza, prácticas, comunicación y otros procesos para alinearse a hacer dinero y al mismo tiempo hacer el bien. Existe un movimiento que se llama B Corp o empresas B: red de organizaciones sin fines de lucro que transforma la economía global para beneficiar a personas, comunidades y al planeta, y que buscan resaltar y certificar a empresas comprometidas con prácticas éticas y sostenibles, promoviendo un modelo de negocio que prioriza el impacto positivo tanto como la rentabilidad. En el mundo, más de 7.000 empresas de todo tamaño e industria están apostando por asumir esta responsabilidad. Hacen el esfuerzo extra de buscar procesos que se alineen con propósitos de cuidado medioambiental y responsabilidad social, con la misma intensidad con que buscan mejorar sus ganancias. Desde 2017 el movimiento está presente en Ecuador y son ya 25 las empresas certificadas y decenas más en proceso. Esto no necesariamente resulta en un costo añadido para su operación, por el contrario, ayuda a su eficiencia y busca maneras más conscientes de hacer negocios. Multinacionales a nivel mundial ponen el ojo en empresas con esta certificación, pues el consumidor hoy busca productos y servicios más responsables. Otras certificaciones han logrado con éxito comunicar al consumidor el origen y prácticas de lo que compran, como Rainforest Alliance y 1% for the planet, que se alinean a devolver la esperanza de que ganancia y responsabilidad no son mutuamente excluyentes. Los consumidores tienen un rol vital en impulsar prácticas sostenibles y éticas a través de sus elecciones de consumo. Desde hoy, sea parte del cambio apoyando estas iniciativas que han decidido hacer negocio con propósito.