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Claudia Tobar: Feliz año de vida, Chat GPT 

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Las que promueven la inclusión y la convivencia basadas en la tolerancia y el respeto están creando verdaderos espacios de aprendizaje

El año 2023 se ha caracterizado por ser un periodo de intensos contrastes a nivel mundial. Por un lado hemos tenido el infortunio de guerras devastadoras, pero también estamos viendo acuerdos mundiales enfocados en la igualdad y la protección del planeta, así como el potencial de la inteligencia artificial en manos del ciudadano común. Su capacidad para interactuar, aprender y asistir en una variedad de tareas ha demostrado su enorme potencial para transformar nuestras vidas y la forma en que interactuamos con la tecnología. Estamos celebrando un año de vida del chat GPT, en el que ha empujado una transformación impresionante en casi todas las industrias. Muchos criticarán esta herramienta, diciendo que nos hace más lentos, vagos o incluso tontos. Al igual que una calculadora o un sistema de navegación GPS, la IA es un instrumento cuyo valor y eficacia dependen enteramente del uso que le demos. Lejos de debilitar capacidades, ha revelado la cantidad de tareas repetitivas y mecánicas que podemos automatizar, liberando tiempo y energía para enfocarnos en actividades más creativas y significativas. El chat GPT sobre todo debería cambiar el rumbo de la educación. Es momento de que los niños sean más humanos que nunca. En esa línea volvemos a la importancia de la educación socio-emocional. Las personas que tengan la capacidad de relacionamiento social, autocontrol de emociones y conciencia global tendrán una ventaja ante el resto. Si miramos la metodología y currículo escolar, queda obsoleta la asistencia a una escuela para aprender conceptos y técnicas disponibles de manera inmediata en modelos de IA. Sin embargo, la estructura convencional del sistema educativo, con largas horas de silencio en aulas cerradas y breves periodos de recreo, es absurda para las demandas actuales. Las escuelas que diseñan sus experiencias con base en proyectos reales, contextualizados, contemplando la capacidad creativa e iniciativa innata de los niños están dándoles un diferenciador enorme. Las que promueven la inclusión y la convivencia basadas en la tolerancia y el respeto están creando verdaderos espacios de aprendizaje. Como dijo Mark Twain: “No dejes que la escuela interfiera en tu educación”.